クロックに戻って Kurokku Ni Modotte (Yaoi) [EDITADO]

Epílogo.

—Zero, ya suelta ese libro viejo, se te va hacer tarde, y mira que hasta el día de hoy has tenido una asistencia impecable, te empaqué tu merienda.

Ese día el televisor estaba encendido, las noticias usuales para darle más vida al ambiente, Zero sentía que en la época feudal se levantaba más temprano, por lo tanto, tenía energía de sobra. 

—Querido, tu café está servido.

—Espera, miren la noticia que están presentando —dijo Hotaru. 

En efecto, había un periodista con el uniforme incompleto, dando un reportaje desde Nagano.

"Estamos en el lugar de los acontecimientos, unos historiadores sobre la ruinas del Oeste de Nagano se han encontrado unas ruinas que se puede pertenecer como a un palacio antiguo, entre ellas encontramos piezas de arte que concuerdan a la pintura hallada en Kioto quien se encuentra en el Museo Histórico de Tokio, todos tienen mensajes escritos de la misma pintura, pero muchos investigadores concuerdan que la hallada en Kioto tiene un mensaje más sentimental..."

—¿Una pintura hallada en Kioto?

—Sí, Zero, no hace mucho reportaron de una rara pintura encontrada en Kioto, dicen que debió pertenecer a una época en la que existió diferentes monarquías, ya que descubrieron ruinas de palacios, encontraron una en Saitama, en Gunma y en Yamanashi, cuatro monarquías —informó su progenitor mientras se acercaba a la mesa a desayunar con su familia—. Rumorean que se trataba de un pintor enamorado de una mujer del palacio en Nagano.

—Incluso están a punto de hacer una ridícula película con respecto a eso —comentó Ichiru rodando los ojos ante la mención—. Las chicas del instituto no han dejado de hablar sobre ello, una película muy estúpida que no tiene ni sentido, en la pintura podía ser un hombre, recuerden que en aquella época era muy común la homosexualidad y que lo batallantes tuvieran el cabello largo.

—Hmm, tal vez.

—Bueno, ya dejen la plática para luego y apresúrense, tienen que ir ya a sus clases.

(...)

Ambos gemelos iban juntos, a pesar de que eran de colegios diferentes, tenía la misma ruta, seguían hablando con respecto de la pintura que habían hallado y de las grandes posibilidades de monarquías, Zero sabía perfectamente la respuesta a todo eso, incluso se había asombrado que las pinturas que había hecho hace más de quinientos años seguían allí, pero la gran pregunta era ¿cómo es que encontraron una en Kioto?

—Oye, Zero, quisiera que me buscaras al salir de clases.

El mayor parpadeó, Ichiru no era de esos que le gustaran que le buscaran, aunque podía percibir que a veces llegaba incómodo a casa.

—¿Y eso? 

Su hermano menor jugaba con sus manos mientras reía casi de manera falsa.

—Pues...te lo diré, pero no le cuentes nada a nuestros padres. Bueno, resulta que antes de irnos, Takuma, Akatsuki y yo nos sentamos en las gradas de la cancha de tenis, un día pasó un hombre al frente del enrejado y se nos quedaba mirando, fue un poco incómodo, pero luego fue más seguido, el mismo hombre viene todos los días y se nos queda viendo, ¡tengo miedo! —Ichiru se le había abrazado, eso era normal entre ellos, no seguían el sistema japonés del espacio personal ni del afecto en privado.

—No te preocupes, Ichiru, te buscaré.

—No te atrevas a enfrentar al hombre, te conozco perfectamente como si hubiéramos compartido el vientre de nuestra madre durante nueve meses.

Zero reprimió una risa, vaya, su hermanito tenía razón, pero igual no le haría caso, si alguien lo estaba molestando, él lo defendería.

—Bueno, ya llegué. —Se detuvo al frente de la enorme academia militar Cross, no era una pesadilla como se la había imaginado Zero desde un principio—. ¿Puedes ir solo al colegio?