8; Contándonos

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Kihyun estaba en cuatro, dejando que su hyung penetrara su estrecha entrada. Hoseok estaba tras él sujetándole las caderas y jalando por milesima vez del cabello rosado, para ejercer más fuerzas en sus embestidas.

Al cabo de media hora, ambos terminaron corriéndose. Kihyun fue el primero quien lo hizo inmensamente frustrado. Luego le siguió Hoseok con un gruñido molesto y un chillido de exasperación, apenas terminó, cogió sus pantalones y su camisa dispuesto a largarse.

−¡Hey!

Llamó Kihyun haciendo que se detuviese en la entrada. Chasqueó de molestia suspirando para no perder la calma.

−¡¿Qué?! −Expresó volteando a ver al menor en gesto despectivo. Calma perdida.

−¿A donde crees que vas? −Preguntó Kihyun de nuevo con fingida timidez.

−A la habitación de huéspedes, a dormir. −Dijo molesto y virando los ojos.

−¿Y si yo quiero que te quedes a dormir conmigo?

−¡No! Lo que yo quiero es irme, irme lo antes posible. Ni creas que me voy a quedar aquí más tiempo del que soporto. Mañana mismo renunciaré y le diré a tus padres que no pienso seguir cuidando a su hijo psicópata.

−Entonces lloraré, les diré que me violaste y obtendrás una cadena perpetua ¿Ves? Todos felices. −Kihyun sonrió encogiéndose de hombros.

−¡Maldición! Me gustabas más cuando eras un niño tierno e inocente. −Admitió irritado.

Kihyun se permitió volver a reír y negó.

−A mi también me gustaba más cuando era tierno e inocente. −Dijo Kihyun feliz, echándose de nuevo sobre el colchón con los brazos tras su nuca.

−¡Ja! ¿Lo eras?

Kihyun no dijo ni más palabras, se elevó sobre sus codos y señalando un espacio vacío en su cama, lo llamó para que se acostara en esta.

No se le apetecía,pero aún así lo hizo. Hubo un pequeño tiempo de silencio hasta que Kihyun habló.

−Creo que esta vez, el cuento lo voy a contar yo.

Hoseok solo asintió.

−Había una vez, un pequeño niño, amable y alegre, que vivía el tiempo atrapado en un castillo llamado hogar. −Comenzó el pelirosa. −Él amaba a sus padres, su pez dorado, a su abuelita y a su niñera. A lo único que él no amaba, era a su estúpido vecino. −Dijo en tono nauseabundo y prosiguió. −Un día, se montó una enorme fiesta en el gigantesco castillo. Todo el reino de estupilandia fue invitado, todos asistieron, incluyendo a su estúpido vecino. El niño estaba contento, con lo que le gustaba las fiestas, los bocadillos y la música, en fin. Ya se hacia bastante tarde y la madre del niño le había dicho mandado a jugar a su habitación real, pues la celebración tendría para rato. Él era muy obediente asi que no dudó en irse a jugar a otro lado....

−Kihy-

−Metido en su habitación, el niño jugaba con sus carritos, ignorante a lo que pasaba a su alrededor, hasta que sintió una mano posarse en su muslo, era su estúpido, asqueroso, vulgar y borracho vecino...−Kihyun bajó el volumen de su voz.−Esa noche, el niño no fue feliz, tuvo sueños horribles junto con un dolor de ano que le perduró al menos lo siguientes cinco días...−Suspiró pesadamente.−Y a costa de todo aquello, ese lindo y tierno niño, no dijo nada, sólo tenía once años, sentía mucho miedo...

−Kihyun, b-basta...

−Pero ¿Sabes qué hyung? A todo esto hay un final feliz. −Murmuró el menor tras su nuca a la par que acariciaba pecho. Hoseok se estremeció un poco y entrecerró los ojos.

−¿Q-qué final?

−Aquel niño descubrió algo maravilloso dentro de él.

−¿Como qué?

−Descubrió como es que el sexo podría mejorar parte de su dolor y reemplazarlo con placer. −Confesó suavemente cerca de su mayor.−Pronto le gustó, y muy pronto...más de lo que se imaginaba, ya quería sentir de nuevo las manos sucias de su estúpido veceino sobre él, lo necesitaba.

−Kiki, no sigas...p-por favor. −Rogó el más alto con un nudo en la garganta.

−Sin embargo, luego de un tiempo, su pez dorado murió, su abuelita también lo hizo, su niñera se casó y su vecino se mudó...Entonces el niño, habiendo perdido las cosas que amaba, el sufrimiento incrementó, tenía que detenerlo.

Hoseok observó como el menor tragaba y sus ojos se volvían rojos, más tenía una impecable sonrisa en sus pequeños labios.

−Más adelante,los padres del niño decidieron contratar a alguien nuevo para cuidar de él, y esta vez se trataba de un guapo hombre que le recordaba a su estúpido vecino. −Kihyun besó la mejilla del mayor, delineando con sus manos el rostro de este.− Lo demás, creo que ya te lo imaginas. −Y antes de ya no poder ocultar más aquel dolor que lo superaba, Kihyun se levantó de la cama aún desnudo.

−¡Kiki! −Hoseok tomó al mencionado de la muñeca impidiendo que se vaya. Se miraron largos segundos interminables.

−Kiki tiene que ir al baño ¿Si hyung? Ya vuelve. −Y sin recibir respuesta, el menor se safó del agarre para luego salir de su cuarto.

Fue Hoseok quien quedó con un fuerte escozor en los ojos, pues...nunca imaginó que aquel pequeño...solo..

Soltó el aire que estaba conteniendo, y con una mano repasó sobre su cabellera.

Tal vez Kihyun sí era aquel pequeño inocente que había conocido días antes, tal vez sí era aquella persona que si quería se convertía en alguien amable, bondadoso y de buena voluntad...aparte del trauma, sabía que Kihyun era aquel de buenos sentimientos y un corazón cálido. Lamentablemente el pasado dejaba heridas abiertas que nada ni nadie pudiese cerrar. Esto generaba en el menor un tipo de impulso insostenible para su débil resistencia mental. Así como una persona era adicta alas drogas, él era lo mismo, sólo que Kiki no era culpable de lo que ahora se había convertido en algo primordial en su vida, el sexo. Kihyun necesitaba sexo su cuerpo lo pedía ¿Qué culpa tenía el pobre?

Pero acaso...¿Tanta era la necesidad que te llevaba a amenazar y fornicar con tu propio niñero?

Baby Kiki ➵ WonkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora