Labios Rojos

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Capítulo 1:

Labios rojos

_ Llevas queriendo tirártela desde que descubriste lo que significaba follar. - Comento Raven de una manera despreocupada. –

Raven era la mejor amiga de Clarke Griffin, era solo un mes y dos días más grande que su amiga, se creía mucho más sabia y llena de experiencia que Clarke.

Ambas se habían conocido cuando tenían apenas 8 años, Raven se había mudado a aquella ciudad cuando sus padres se separaron, su madre consiguió un trabajo de tiempo completo que la obligo a mudarse de su ciudad natal, al principio Raven se había mostrado muy molesta por tener que dejar su hogar, sus amigos y sobre todo a su padre, pero con el pasar del tiempo se dio cuenta de que en aquel lugar había encontrado a la mejor amiga que podía haber soñado alguna vez, y con respecto a su padre, tardo un poco más en darse cuenta de que en el tema del divorcio su madre no había tenido nada que ver.

Raven no iba a la misma escuela que Clarke, el trabajo de su madre no se lo permitía, pero eso no fue algo que impidió que ellas sean grandes amigas, se habían vuelto inseparables en cuestión de meses y aquello no había cambiado en lo más mínimo, mucho menos en esos momentos en las que ambas trabajaban en un mismo lugar, tenían puestos diferentes, muy diferentes, a decir verdad, pero eso no quitaba que pasaban mucho más tiempo juntas dentro de la empresa familiar Griffin que afuera de ella.

_ Pues... ¿Qué decirte? – dijo con aquellos ojos enamorados. – me ha gustado Lexa desde que tenía 13 años y mi instinto gay se prendió cuando vi aquellos perfectos y carnosos labios rojos... ¿Por qué debía pintarse los labios de ese color? – suspiro mientras apretaba con fuerzas el almohadón en forma de emoji contra su pecho. –

Clarke era la menor de los Griffin, tenía 18 años recién cumplidos y una imaginación increíble, imaginación que se había despertado a los 13 años cuando vio por primera vez a aquella mujer a quien declaro como Alexa "su futura esposa" Woods.

Flashback

Clarke siempre había odiado las cenas que su padre organizaba para navidad, en donde invitaba a todos los empleados de su empresa, le parecían de lo más aburrido, más que nada porque ninguno de los empleados de su padre iba con sus hijos. "¿Quién en su sano juicio arrastra su propio hijo a un lugar tan aburrido?" era lo que Clarke siempre pensaba, hasta aquel 23 de diciembre de 2012 en donde su vida había dado un cambio rotundo, en donde la pubertad hizo estragos en ella.

Hace unos cuantos años atrás, una pequeña Clarke se solo 13 años se había separado de sus padres y se había escabullido hasta la cocina en donde podía comer algún que otro bocadillo sin tener que escuchar como su madre la regañaba por comer cosas tan dulces o con tanto contenido graso, pero esa noche ni siquiera los bocadillos lograron ponerla de buen humor, entonces busco a su madre para decirle firmemente que quería irse a la cama y dormir hasta navidad.

Pero justo en el momento que llego a donde sus padres estaban y había comenzado a hablarle a su madre que quería irse de allí, Clarke se percató de que sus padres no estaban solos ya que su madre le había dado una mirada de desaprobación, Clarke suspiro y se calló por unos minutos, hablaría con su madre cuando estuvieran solas.

_ Clarke, no seas descortés y saluda. – la regaño su padre ya que la pequeña Clarke estaba dándole la espalda a la persona que estaba hablando con ellos. –

_ Hola. – dijo Clarke al girarse –

La pequeña rubia se quedó con la boca abierta, literalmente, aquella mujer que estaba hablando con sus padres era completamente hermosa, tenía unos ojos color verde que podía iluminar un bosque completo, unos pómulos pronunciados que te daban ganas de acariciarlos y unos labios, por favor, unos carnosos labios pintados de rojo que tentaban a asaltarlos, besarlos, lamerlos y morderlos.

La hija de mi Jefe. (Historia Corta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora