Contigo

11.1K 603 208
                                    

Capítulo 9: Contigo.

3 años después.

Las cosas marchaban con total normalidad en las vidas de Clarke y Lexa, hacía ya más de tres años que habían comenzado a salir y poco más de dos años desde que habían oficializado su relación con sus familias.

La más preocupada en ese aspecto era Lexa, pero por suerte todo había salido bien, su relación con Clarke había sido aceptada por cada integrante de la familia.

Quizá lo que había cambiado un poco había sido su relación con Jake, muchas veces el jefe de la empresa no podía tratarla como una empleada más, Lexa se había vuelto parte de la familia y aquello a veces se notaba en el ámbito laboral.

_ Adelante. – dijo la castaña cuando escucho como alguien golpeaba la puerta. –

_ ¿Señorita Woods? – la voz de Clarke hizo que Lexa desviara sus ojos de los papeles que tenía sobre el escritorio. – necesitaría que revisara estos documentos por favor. –

Clarke ingreso a la oficina y le puso llave a la puerta.

Lexa no podía dejar de mirarla, Clarke llevaba puesta una pollera escocesa demasiado corta, tan corta que Lexa podía ver el portaligas que tenía puesto.

La rubia había prendido la libido de Lexa hacia tres años atrás y lo había llevado a un punto de donde le era imposible volverlo a bajar.

_ ¿Clarke? –

_ ¿Me mira estos papeles? – Clarke dejo los papeles sobre el escritorio. – señorita Woods. –

_ ¿Qué haces? – preguntó con voz temblorosa. –

_ Trabajo. – le dijo muy cerca de sus labios. –

La rubia sonrió con picardía, movió todos los papeles que Lexa tenía frente suyo y se sentó sobre el escritorio, frente de Lexa.

_ Venga Clarke... ¿Qué haces? –

_ ¿Qué pasa? ¿Te pongo nerviosa?

_ Me pones, ese es el problema.

_ ¿Es un problema? – pregunto mientras separaba sus piernas dejando ver aquella prenda de encaje. - ¿Lo es? –

_ Estamos en la empresa. –

_ Oh venga, si estas paredes hablaran. – Clarke comenzó a desprenderse la camisa.

Lexa no podía dejar de mirar cada movimiento que la rubia realizaba, era más fuerte que ella; con Clarke había descubierto un mundo completamente diferente al que conocía, el sexo nunca había sido demasiado importante en su relación con John, pero con Clarke era completamente distinto, solo hacía falta que Clarke la provocara con algo realmente mínimo para que Lexa se encendiera como un pequeño fosforo.

_ Te gusta mi falda ¿verdad? –

_ Es demasiado corta. – dijo luego de carraspear su garganta. –

_ Pero ¿Te gusta? –

_ Sabes que sí. – Lexa se froto las manos en el pantalón y luego miro a Clarke. –

_ Sé que quieres hacerlo. – dijo con voz ronca –

_ Clarke... -

_ Hazlo. –

Con sus ojos clavados en los de Clarke, Lexa llevo sus manos hasta las piernas de la rubia y comenzó a acariciarlas, subiendo lentamente hasta colarse por debajo de la falda.

La rubia junto sus piernas y las manos de Lexa acariciaron con más parsimonia aquella zona.

_ Separa las piernas. – le susurro sobre su cuello, ya que había escondido el rostro allí. –

La hija de mi Jefe. (Historia Corta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora