La hija de mi Jefe. (Historia Corta)

La cabeza no manda al corazón

Capítulo 4:

La cabeza no manda al corazón.

Lexa salió de la habitación de Clarke y entro al cuarto de baño, su respiración estaba acelerada y sus nervios estaban a flor de piel. Miro su reflejo en el espejo intento acomodarse el cabello con las manos temblorosas, su labial estaba completamente corrido, intento quitar el resto con los dedos, pero parecía en vano.

Abrió el grifo, junto agua con las manos y se lavó el rostro intentando borrar lo que había pasado minutos atrás.

_ ¿Qué demonios hiciste Lexa? – le pregunto a su reflejo.

Luego de algunos minutos, la castaña tomo el valor necesario para salir de allí, bajo rápido las escaleras y fue directamente hacia la salida, tomo su abrigo del gran guardarropa y antes de salir miro hacia donde estaba Clarke, la rubia estaba junto a sus padres, su rostro mostraba algo de fastidio solo hasta que sus ojos se cruzaron con los de ella, en ese momento el rostro de la rubia se ilumino por un segundo, el segundo que el contacto de sus ojos duro.

Lexa espero que el valet le trajera su automóvil y salió de aquel lugar a toda prisa.

Manejo hasta su casa, intentando mantener toda la calma, estaba nevando demasiado y no quería tener un accidente gracias a su impaciencia.

La castaña dejo su automóvil en el garaje y subió hasta su departamento, lo único que rogaba era que John aun no estuviera en casa.

Para su suerte así fue, su novio aún no había llegado. Fue hasta su habitación, dejo guardo el tapado en el armario y se quitó el vestido dejándolo sobre la cama, dejo sus zapatos al costado de la cama y luego tomo su pijama, camino hasta el cuarto de baño y se quitó el maquillaje, y se dio una rápida ducha antes de ponerse la ropa de dormir.

Su cabeza no dejaba de pensar, de recordar cómo se había sentido aquel beso, nunca se había sentido en una encrucijada tan grande. La infidelidad era algo que ella no aceptaba, y en esos momentos no sabía de qué manera iba a mirar a John.

_ ¿A quién quieres engañar? – dijo en voz alta mientras se giraba en la cama. – te ha gustado, maldita sea. –

Lexa giro infinidades de veces en la cama intentando dormir, intentando quitarse las imágenes de Clarke de su mente.

Las veces que se había quedado dormida solo había podido soñar con Clarke, con aquel beso, cada sueño era tan real, tan así que podía sentir los labios de Clarke sobre los suyos, sus manos acariciando su cuerpo, todo. Pero nunca se despertaba gracias a esos sueños, sino que despertaba con la voz de John reclamándole que lo había engañado, que él tenía razón y que aquella adolescente estaba enamorada de ella y ella había caído en sus redes sin ningún tipo de problema.

*****

Cuando Lexa despertó al día siguiente John ya estaba durmiendo a su lado, la castaña no podía sentirse más culpable de lo que realmente estaba, así que lentamente tomo el brazo de John y lo quito de su cintura, se movió hasta la punta de la cama y se levantó.

Tomo algo de ropa del armario, su cartera y su móvil. Miro a John dormir y salió de la habitación tratando de no hacer ningún ruido.

Luego de cambiarse el pijama, vaciar su vejiga y lavar sus dientes, la castaña tomo su móvil y le escribió a su mejor amiga, lo único que deseaba era que Anya estuviese despierta a esas horas de la mañana.

~°~

Anya

Ult. Vez 23:52