La hija de mi Jefe. (Historia Corta)

Hormonas alteradas

Capítulo 7:

Hormonas Alteradas.

Anya y Costia habían ido a hacer las compras del mes mientras Lexa había salido en su cita no cita con Clarke. Poco conocían de aquella mujer, solo sabían que era la hija del jefe de Lexa y que había sido capaz de entrar tan dentro de la mente y el corazón de Lexa, que la había confundido como nunca creyeron que alguien lo lograría.

Cuando Anya metió el automóvil en el garaje frunció el ceño al ver el de Lexa allí, le pareció extraño que ya hubiese vuelto.

_ ¿Crees que las cosas no le fueron muy bien? – pregunto Costia mientras tomaba algunas bolsas. –

_ Al parecer, es raro que este en casa ya. –

_ Venga, vamos a meter todas las bolsas en casa y luego vemos que le ha pasado. –

Ambas entraron todas las bolsas de las compras y acomodaron todo lo que habían comprado en la alacena y la nevera.

Costia decidió preparar un poco de chocolate caliente y Anya recordó que debía ver a Lexa, le había extrañado ver su automóvil aparcado, así que como siempre, subió las escaleras y golpeo suavemente la puerta corrediza, nuevamente como Lexa no contesto decidió entrar, como hacia siempre.

Nada la tenía preparada para lo que iba a ver a continuación. Lexa dormida y sobre su pecho un joven ¿niña? Anya se tapó la boca con la mano intentando no reírse para no despertar a ninguna de las dos, pero fue en vano, Lexa tenía el sueño demasiado ligero y abrió sus ojos rápidamente, Anya intento irse antes de que la viera, pero había sido demasiado tarde.

Rápidamente la castaña atino a cubrir a Clarke por completo con las mantas y se sentó en la cama con cara de reproche hacia su amiga quien visiblemente no podía dejar de reír.

__ Anya. – susurro e hizo un gesto con la mano para que saliera de la habitación. –

__ Baja, ahora. – le dijo mientras esquivaba uno de los almohadones que la castaña le había arrojado. – no tardes o despierto a la niña. –

_ Vete a la...- La castaña se mordió el labio inferior y suspiro cuando su amiga salió de la habitación. –

La castaña suspiro y miro a Clarke quien continuaba durmiendo profundamente, aunque su ceño estaba ligeramente fruncido. Lexa sonrió cuando sintió una calidez invadir su pecho, aquello la hizo sentir bien, pero le hizo sentir mucho miedo también.

Le gustaba Clarke, eso a esa altura era más que obvio, pero aquello le daba miedo, nunca había visto a Clarke como lo que era, la hija de su jefe. Y ahora la tenía allí, a su lado, desnuda, después de haber hecho el amor, aquella rubia le había robado el corazón y ella no se había dado ni cuenta.

Con pesar, la castaña se levantó de la cama y se colocó la ropa que tenía hacia unas horas atrás, cuando estuvo a punto de irse escucho a Clarke.

_ ¿Lexa? –

_ Hey... - susurro. – duerme, ya vuelvo. –

_ ¿A dónde vas? –

_ Ya vuelvo, duerme. –

_ No te vayas. – le pidió mientras se refregaba uno de sus ojos. –

_ En serio, ya vengo. –

Lexa no supo porque, en realidad lo sabía, pero le costaba entenderlo. Pero se inclinó lo suficiente para dejar un suave beso en los labios de Clarke, haciendo que la rubia sonriera mientras cerraba nuevamente sus ojos y se dejaba arropar por Morfeo una vez más.