PRÓLOGO

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Tuve que quedar exactamente como desperté, no podía hacer ruido.

Ninguno.

Debía mantener silencio.

Por mas angustia que pudiera sentir debía mantener la calma.

Escuchaba algunos movimientos fuera, pero no podía hacer ninguno. No debía hacer alguno.

Comencé a relajarme, no podía comenzar a actuar de la forma agitada en la cual me encontraba.

Debía mantener la calma.

¿Podremos mantener el silencio?

No fue real. Solo un sueño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora