No fue real. Solo un sueño.

VIII Vol.2

Trataba de poner de mi parte para recobrar mi memoria. Recoger alguna pieza del pasado que pudiera guiarme. Pero, no volvia nada a mi mente. Siquiera pensarlo solo provocaba un dolor molesto de cabeza.

Al pasar los días, me doy cuenta de que en la casa en la cual me encuentro no es donde vivimos, sino a la cual acudimos en ocasiones. Por esa misma razón no hay retratos en las paredes, algún objeto personal. Nada, solo lo necesario.

Lo necesario para trabajar.

Se adquirió la propiedad por la nueva sucursal que abrimos en Ottawa, Ontario. Si, tenemos una empresa automovilística, o bueno teníamos porque se ubicaba en aquel lugar hecho ruinas, pero Thier comentó que solo quedó en ruinas el nuevo edificio que se encargaría de diseño. Por lo que, donde se encuentran los vehículos en venta esta intacto aun.

Debido al incidente, las acciones de la compañía se vieron afectadas. Después de todo, no deseas comenzar a invertir en una empresa que su edificio se cae al piso; sería estupido. Como consecuencia, mi padre se encuentra de viaje, mi hermano se puso al frente para calmar los rumores entre los accionistas y, mi madre y yo, quedamos detrás del escenario mientras me recuperaba. Detrás de todo ojo público llegamos a esta casa alejada de la ciudad, sumergida en montañas y pinos robustos.

— Voy a ver Tv—. Interrumpí a mi madre de darme la mirada de preocupación que últimamente no se va de su rostro. Salí del espacio antes de que pudiera darme una respuesta con palabras. Pase por la cocina, el baño de invitados y descendí algunos escalones para abrir la puerta y sumergirme en aquel espacio amueblado y una pantalla demasiado grande.

Tome asiento e hice lo que nunca debí. Encender la pantalla.

'Bienvenidos a CBS News, les saluda Kalie Fox y comenzamos con la buena noticia de que la hija del famoso empresario Rich Van Oslo le han dado de alta del hospital, luego de haber estado más de 1 mes hospitalizada. Tras sufrir el terrible accidente dentro de unos de los nuevos edificios construidos por la empresa aquí en la ciudad de Ottawa —presentan imágenes del incidente, (edificio en llamas ,gente corriendo, personal de auxilio por todos lados)—. El dúo de mellizos de quienes se conoce muy poco, son los más jóvenes dentro del sector automovilístico, pero ..'

 Thier apago el televisor. Como si le estaba prestando atención siquiera. Esas imágenes, el caos de ese día. gritos desesperados..

—AL SUELO TODO EL MUNDO—. Gritaban hombres con pasamontañas encima de sus rostros empuñando armas de fuego en sus manos. —AL SUELO —. Soltando un disparo al aire

El día que decido revisar como van las cosas en el nuevo edificio. Deben entrar un grupo de maleantes con armas en manos y actitud desafiante.Literalmente me ando preguntando tumbada en el suelo,, ¿Que buscan? o ¿A quién buscan?. Si desean llevarse algo, hasta se lo entrego en sus manos, pero el no saber la razón del porque entran a un edificio sin estar inaugurado oficialmente. Me da mala espina.

— Estaba en el canal de noticias —. Distingo la voz de Thier en susurro hablando con nuestra madre. — No pude evitar que viera las imágenes —.Admitía preocupado.

— No te culpo, hijo —. Consuela con palabras a Thier. —Nadie lo sabía. Solo debemos esperar que despierte—. Concluía mi madre en el pasillo detrás de la puerta entreabierta del cuarto.

Estaba tumbada en la cama. Al parecer, el ver la noticia del incidente avivó la chispa del recuerdo en mi cerebro, pero terminó debilitando mi cuerpo. Porque llegar del 1er piso al 2do sin caminar, no creo que vuele aún.

Tanto mi madre como mi hermano ingresaron a la habitación con cuidado pensando que todavía estaba descansando, pero estaba más que despierta.

—¿Qué ocurrió? — Lance la pregunta mientras me mantenía dándoles la espalda. Aun sentía mi cabeza dando vueltas, pero queria saber que ocurrió mientras estaba dentro de la oscuridad del recuerdo.

— Te desmayaste mientras veías Tv—. Respondió Thier mi pregunta. El tono de su voz era pausado y bajo. Deseando en su interior no alzar la voz más que lo necesario. Le agradecía por ello.

— Me vinieron imágenes ...— Confieso en voz baja volteando mi torso para darle la cara a ambos mientras lo digo. — Eran hombres en pasamontañas, portaban armas..— Tanto Thier y mi madre estaban en silencio, concentrados en lo que decía . —Lanzaron un disparo al aire, luego no recuerdo mas—. Levanto la mirada para dirigirla a sus rostros.

Espero paciente sus respuestas, lo que piensan. Mi madre se levanta de la esquina de la cama y me estrecha entre sus brazos, dándome un abrazo. Por eso es mi madre, no necesitaba escuchar si me creía o no. Solo quería esconderme y sus brazos eran la mejor opción.

Nos quedamos un rato largo en esa posición en la que mi madre me protegía de los peligros del mundo, pero no era suficiente para mi. Ese demonio llamado pasado me acechaba de noche. Lo sabía.

—Preparare la cena— Eso fue lo único que dijo antes de quitar sus brazos alrededor de mi torso para salir del espacio de cuatro paredes que era mi cuarto. Mi hermano estaba en la silla giratoria del escritorio. En silencio, mirando como mi madre se retiraba y nos dejaba solos.

El silencio se adueñó de aquel espacio donde solo se escuchaban respiraciones pausadas, pero con miedo de ser muy ruidosas.

—No debes decir algo—. Fui quien dio el paso y paró el elefante andante en el cuarto. — No estoy esperando que lo hagas— Le admití para que no le diera muchas vueltas en su cabeza de qué decir.

Antes de hablar tomó una respiración profunda y expulsó todo el aire. Sus ojos eran un mar de emociones, pero su rostro era un papel en blanco. Sabía que quería decir tantas cosas que no encontraba por dónde empezar .

— No importa que diga— Comenzó a hablar mientras me miraba a los ojos —No puedo evitar que tu cuerpo colapse cada vez que llega un recuerdo—. Finaliza en aquel tono de voz sombrío con sus manos unidas debajo de su barbilla apoyadas en sus rodillas.

Tenía razón. Nadie podía evitar que me desmaye, siquiera para mí era difícil evitarlo porque no sabía que me sucedía. Era el primer recuerdo que recibía luego de salir del hospital. Nadie esperaba que fuera tan agresivo el recibimiento del mismo, pero me sujetaba a la idea de recuperar lo que había perdido.

Estaba en disposición de pasar de todo para recuperarlo.

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