Todo se me había olvidado, pero las preguntas que se formulaban en mi cabeza eran ¿Qué paso conmigo? ¿Puede alguien explicarme lo que ocurrió?
Quien se atreviera a iluminar entre la neblina que cubría mis recuerdos, le donaría un premio. Sin embargo...
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—¿Cuando cree que despierte ?—Preguntaba de forma angustiada una mujer de mediana edad, fuera de una habitación de hospital—.No puedo seguir viéndola como se desaparece frente a mis ojos —. Entre sollozos ya hablaba la mujer al doctor encargado de la paciente.
—No... no tengo una respuesta a su pregunta—.Suspiro el doctor mientras respondía, dirigió su mirada dentro de la habitación —.Pero, no hay que darse por vencidos...— Volvió su mirada hacia la mujer—.Aun hay esperanzas—. Comento con tanta seguridad, que dejo sin palabras a la mujer frente a el.
Esta aun con lagrimas en sus ojos, lo abrazo.
A lo lejos se escuchaba pitidos desesperantes de la maquina que reflejaba el latido del corazón, algo estaba pasando en su mente que la estaba alterando.
Convulsionaba.
°
Estaba en pánico.
No sabia qué me produjo el pánico, pero no estaba en condiciones para enfrentar un ataque de pánico.
No lo estaba.
En mi cabeza contaba hasta 10. Deseaba parara la jaqueca.
No quería sentir como mis pulmones se expandían producto del aire que mi nariz aspiraba.
°
—Su ritmo cardíaco aumenta, respira de manera irregular—.Se nota angustia en la voz del doctor. —¡Doctor! ¿Qué le pasa? No la deje morir —.Decía en gritos la mujer de mediana edad entre lagrimas. —¡Sáquenla de aquí!—Fue lo ultimo que le dijo, antes de ponerle otra vez atención a la situación frente a sus ojos.
°
Quería dejar de sentir la sangre saliendo por bordones de la herida.Me estaba desesperando. Intentaba tranquilizarme.
No estaba funcionando.
Comencé a contar en secuencia los números. Al revés y al derecho. En ingles, francés. En todo idioma que me llegase a la mente.
Sentí como me desmayé.
El aire dejo de fluir al cerebro, produciendo de que en cierta forma mi cuerpo se reiniciara.
°
—La perdemos, la perdemos—.Mirando la pantalla de los latidos como disminuían.
—Descarga—.Su cuerpo se curvaba recibiendo la descarga —.Otra vez—. Repetía el doctor, no respondía—.Otra vez—.Intento por ultima vez.
Emitía un sonido fijo la maquina.
—La perdimos—.Comento el doctor con la mirada vacía.
—Doctor—. Volteo hacia la enfermera.
Lo que vio le sorprendió. —Sigue, lucha,un poco mas—.Los latidos aumentaban de manera pasiva.Se estabilizaron, manteniendo un ritmo suave, pero constante.
—Cubran las ventanas—.Aun con un tono de voz sorprendido—Dejen que descanse.—Finalizo.
Pero, algo no cuadraba en la mente del doctor. Los medicamentos no producían convulsiones; sin embargo, no entraba al rompecabezas de perder los latidos.
—Doctor— El mencionado levanto la mirada—Estaban sangrando sus heridas—.Dio vuelta al otro lado de la cama. Efectivamente. Se habían abierto, quizás las descargas produjo que la sangre circulara por algún lugar.
—Curen la herida—.El enfermero asintió, colocándose en posición para efectuar lo requerido.
La habitación la rodeo un silencio, solo se escuchaba el sonido de los instrumentos que estaba utilizando el enfermero para limpiar las heridas. Lo que había ocurrido dentro de esas cuatro paredes, quitaba el habla. Hacia reflexionar.
—Avise a la señora, que ya esta estable—Dirigiendo su mirada a otra enfermera que ponía el electrochoque en su lugar—.Mantenga me avisado de cualquier eventualidad—Se despidió dándole una ultima mirada a la joven que descansaba en la camilla, para luego salir de la habitación cerrando la puerta detrás de si.
