Cada Julieta:
Inventó la cura a las respuestas del tiempo.
Cayó sobre el tendal de cartas alquiladas a su nombre.
Se multiplicó en el espejo con los atuendos ya usados para la misma ocasión.
Pidió perdón por su apuro y olvidó hasta su instinto.
Se creyó la historia de ser la única amante.
Llegó tarde a la cita nunca pautada.
Ella igual que todas las demás, esperó la carta de disculpa por el retraso que el duende guardián de su balcón le trajera.
Júpiter, el poderoso del universo, estalló de furia al verla llorar otra vez. Eclipse de luna, mareas revueltas, lluvia de estrellas y ahí... sigue ella y las demás aguardando la voz de un Romeo ausente con nombre contemporáneo.
La almohada desvelada por noches enteras, las pantuflas han dejado su huella por el piso frío de sus pies recorriendo cada metro cuadrado. Tantos libros leídos con finales felices, tantos destinos torcidos por una mirada y el beso posterior que confiaron en la misma suerte lanzada al vacío en un silencio interrumpido.
Domingos sentadas sobre el sofá con ganas de darle las respuestas a aquel que no se enfermó jamás de amor y desconoce las letras para armar oraciones de un sentimiento incondicional.
Es tiempo de que alguien le diga a las Julietas que se deben levantar de la comodidad de los almohadones bordados con lentejuelas porque la guerra entre su espera y la desesperación de haber hecho todo mal acabó. A lavarse la cara, sacarse el maquillaje corrido y beber un sorbo de café intenso para creerse la dueña de los callejones oscuros al ritmo del gigante estelar marcando su sombra.
Si han recuperado la ilusión con honestidad es porque admitieron que de un lado estuvieron las expectativas con camisón blanco y una amplia sonrisa y del otro, la verdad con los ojos vendados.
Ya no más Julietas demacradas en busca de un Romeo. Los balcones serán derribados, los camisones guardados al igual que las cartas escritas a mano para recordar aquello por lo que no vale pena esperar.
Las historias de amor perfectas son un simulacro de la crueldad de los narradores ilusos con el corazón roto.
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JULIETAS DEMACRADAS
Romance¿Quién ha dicho que Romeo está a la vuelta? ¿Y si eso es un cuento? Citas truncas, amores rotos en un parpadear pero respira que puedes seguir. La antología de relatos en los que te vas a sentir protagonista más de una vez.
