Dedicado a JoohaaFunebrera. ¡Gracias por tu hermoso comentario sobre Luca!
-----------------
24. Estrellita dónde estás
«Estrellita, ¿dónde estás?
Me pregunto quién serás
En el cielo o en el mar
Un diamante de verdad»
Hermosa.
Así se ve.
Endiabladamente hermosa.
Su vestido color negro cae sobre el piso y le ciñe cada curva desde el busto hasta la cadera; no obstante, a la vista salta un escote generoso, instigador. Además de eso, al tener el cabello sujeto en un moño simple, por segunda vez puedo ver la constelación de lunares en su espalda.
«No la mires», me desafío.
«Estrellita, ¿dónde estás? Me....»
—¿Avisaste que llegarás tarde? —pregunta, sacándome del ensueño.
—Sí —Intento hacer memoria—. Le avisé a mi ma... —Aunque pronto caigo en cuenta—. Soy un adulto, Ivanna. Puedo llegar tarde.
Ella sonríe divertida y nuevamente la miro.
Sus labios rojos es lo que más sobresale, contrastan con la palidez de su piel y los hilos brillantes de su cabello negro. Por lo demás, camina con gracia, segura de si misma, como si hubiera nacido sobre tacones de aguja. Soy el tipo más afortunado aquí a pesar de que ahora mismo me siento miserable.
No solo trato de no verla para no caer en su hechizo; me siento un traidor. Se supone que debo avisar al señor Rodwell que venimos a Becker Steak House. Eso me pidió antes de darme el adelanto.
¿Qué hago?
Si no aviso, él podría enterarse por otra persona; ya le informaron antes; pero si aviso..., si aviso traicionaría a Ivanna.
El restaurante luce del mismo modo que el miércoles, con excepción de que tiene música clásica en vivo, el personal viste de gala y las mesas fueron adornadas. Al fondo destaca un cartel en el que se lee «Crecemos».
—Me encantan estos canapés —escucho que alaba un invitado mientras nosotros nos abrimos paso para saludar a los Becker. Los señores se encuentran cerca de la entrada saludando en lo que Karin, la hija, parece supervisar cada atraso. No deja de lanzar miradas de advertencia a meseros y al anfitrión.
—¿Y las flores? —pregunta con alarma el anfitrión a dos meseros—. Debían llegar a las seis.
—Dijeron que estarán aquí en un par de minutos. Las colocamos en cuanto vengan.
—¿Con los invitados aquí? No
—El hombre limpia su frente con un pañuelo—. Déjenlas afuera. Hablaremos con Oliver para que calme a Karin.
¿El chef? Recorro con mi mirada el salón y no parece estar por ningún lado.
—Mierda —escucho que murmura Ivanna a mi lado, le enfada esperar para saludar al señor Becker; pero no queda de otra, la dinámica es saludarles y, de no hablar con algún otro invitado, ocupar una mesa—. ¿Quieres una copa? —Me pregunta a mí y llama a una de las meseras—. A él déjale Champán, a mí tráeme un Whisky —le ordena y después de que me entregan a mí la copa van por la de ella.
ESTÁS LEYENDO
El asistente ©
RomanceLos apodos: Bruja, Víbora, Suripanta, Casquivana, Cruella de Vil, Vampiresa, Maléfica, Anaconda, Reina roja, Medusa y Loba, se quedan cortos a la hora de describir a Ivanna Rojo; y es que pese a tratarse de una mujer increíblemente atractiv...