Ya había pasado una semana desde que se llevó a cabo la fiesta en la mansión Zhang-Kim y BaekHyun estaba arreglándose para salir de su departamento esa noche. Su cuerpo esbelto y delgado estaba cubierto con un pantalón de cuero negro, una camisa blanca, una chupa de cuero y del mismo color que los pantalones y un par de botas militares; sus ojos estaban maquillados con un poco de eyeliner con el fin de darles más profundidad, además de llevar madurez a su rostro demasiado joven, y su cabello plateado se encontraba peinado en forma de una casi perfecta coma. Roció un poco de perfume sobre la piel de su cuello y luego de asentir a su reflejo en el espejo salió de su habitación y tomó su teléfono, las llaves del departamento y del Lexus (que le habían devuelto el día anterior) y su billetera, cerciorándose antes de que ésta tuviera suficiente efectivo, un par de tarjetas y su identificación.
Salió de su hogar y cerró la puerta con llave después de que su cuerpo quedara en el pasillo, luego fue hasta el ascensor, se introdujo en él y apretó el botón de planta. Las puertas se cerraron con un suave desplazamiento y de inmediato la caja metálica se puso en marcha. Aprovechó la soledad del pequeño cubículo y se miró en el reflejo que causaba el metal de las puertas, se sonrió y guiñó un ojo con coquetería porque que hombre tan guapo. Yo me lo como. Tú, galán, sí que vales la pena.
Las puertas se abrieron segundos después y BaekHyun caminó fuera del ascensor con elegancia y chulería, sin embargo, fue amable cuando saludó a una pareja de ancianitos que tenía de vecinos y se despidió de la recepcionista. Salió del hall del hotel y chocó las palmas con el guardia de seguridad de turno para después caminar hacia el estacionamiento, donde lo esperaba su bebé.
Al verlo no pudo evitar sonreír. Ahí estaba él, tan brillante, reluciente, impecable, con sus vidrios polarizados arriba y tan imponente como siempre. Qué belleza.
Su Lexus era más que un simple vehículo o un capricho demasiado costoso, era la muestra de su esfuerzo, de sus sacrificios y de que pudo ser capaz de salir desde lo más fondo y llegar a ser grande. Ése auto fue su primer coche y también el primer regalo grande para sí mismo. Lo compró cuando estuvo establecido en su departamento y fue capaz de ayudar a su hermano a pagar una casa más o menos grande a sus padres, porque ellos siempre fueron lo primero en su lista y se merecían lo mejor del mundo, era el objeto con el que podía cachetear a aquellas personas que le dijeron que no iba a llegar a ningún lado y que sería un Don Nadie, y por eso amaba presumirlo.
JunMyeon, por otro lado, siempre se sentía cohibido cuando llevaba el Lexus con él al momento de llevarlo o recogerlo de alguna parte, pero BaekHyun no le daba ni la mas mínima importancia al asunto. Su coche era su bebé, y como el buen padre que era, debía sacarlo con él a todas los lugares que BaekHyun fuera.
Apagó la alarma de seguridad y las luces parpadearon un par de veces, caminó hacia él y abrió la puerta de piloto, se introdujo con un movimiento fluido y cerró la puerta nuevamente cuando su pierna hubo estado dentro. Metió la llave en la ranura y luego la giró, ganando un rugido espectacular de parte de Hyunnie, luego pisó el acelerador y salió del estacionamiento para fundirse con los demás coches en la carretera. Presionó un botón para que el techo retrocediera y dejó que la suave brisa de la noche golpeara su rostro, manteniéndolo fresco.
BaekHyun se dirigía a un restaurante de clase alta que brindaba música en vivo a sus clientes para realizar una presentación, como venía haciéndolo desde que JunMyeon lo cambió por YiXing y las noches de películas quedaron casi extintas. Esa noche cantaría con MinSeok y JongDae, sus amigos inseparables desde la universidad, así que suponía que todo iba a salir increíble.
BaekHyun iba a cantar ahí no por ganarse un dinero extra (bueeeenooo~), sino porque necesitaba hacer algo diferente en su vida. Desde que JunMyeon comenzó a dejarlo de lado, BaekHyun fue dándose cuenta que dependía muchísimo de su amigo y que sus faltas lo estaban afectando demasiado, además, el trabajo lo estaba consumiendo y no hacía nada que no tuviera que ver con fórmulas y compuestos químicos en una pizarra acrílica del frío laboratorio de la empresa, por ello se había puesto manos a la obra y decidió salir de la rutina, encontrándose de golpe con esta propuesta.
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II: Señor Idiota
FanficByun BaekHyun era un químico más en la gran empresa dedicada a la medicina, Zhang Life Inc. Según él y todos los demás que tuvieran ojos y oído, era un tipo que no nació, sino que lo cagaron, porque no creía que la mala suerte que se gastaba fuera m...