Capítulo 8

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Al día siguiente las cosas ya estaban más calmadas. BaekHyun no le lanzó miradas furiosas a ChanYeol en medio del desayuno y el alto no mantuvo su ceño fruncido en ningún momento como respuesta. JunMyeon los había estado mirando a ambos suspicazmente y con los ojos entrecerrados, pero nadie dijo nada sobre el cambio de actitud de ambos hombres.

YooRa, contrario a su madre y primos, parecía una fanática de algún grupo de idols masculino súper shippeadora. BaekHyun no dudaba de que en su teléfono hubiera algún vídeo o fotos de ChanYeol y él en medio de su apogeo, le extrañaría si no fuera así, puesto que la mujer tenía madera para esas cosas de unir parejas homosexuales. Sin embargo, él no le dio mucha importancia a ello y dejó a su noona en paz para que hiciera lo que quisiera.

La noche anterior le había prometido a JiSoo que daría lo mejor de sí para tratar de comprender a su hijo, que trataría de no pelear o discutir con él y ver si se puede llevar la fiesta en paz. Para ese momento ya era algo imposible evitar o negar que entre ellos no existía ningún tipo de atracción o interés, cuando esto era demasiado obvio y notorio, así que BaekHyun, después de tanto tiempo, intentaría abrirse al alto y ver que tal van las cosas, y si todo resulta ser un fracaso total él mismo tomaría una flecha y mataría al maldito Cupido para que lo deje en paz de una buena vez.

Por esa razón se hallaba de pie en el primer escalón de las escaleras mientras esperaba a que todos se fueran, y cuando ChanYeol salió finalmente de la cocina detrás de su madre, se acercó a él, lo tomó de la mano y lo sacó de la casa sin decir nada. El alto no puso ningún tipo de resistencia y BaekHyun hizo como que no vio la mirada pervertida de JunMyeon al cruzar la puerta de entrada, si pensaba mucho en ello se arrepentiría o vomitaría sobre el bonito suelo de madera.

Caminaron por la playa en silencio, dejando que el agua fría y salada les mojara los pies descalzos, y BaekHyun reunió todo el valor del mundo para poder dar inicio a la charla.

-¿No piensas decir nada, enano? ¿te han comido la lengua? Si es así, déjame decirte que no he sido yo, aunque me gustaría tocarla de nuevo.

BaekHyun frunció los labios con las mejillas sonrojadas y chasqueó la lengua, desviando la mirada. Un par de minutos de caminata después, habló.

-Supongo que ambos somos conscientes de lo que está pasando con... nosotros.

ChanYeol asintió sin una pizca de preocupación en su masculino rostro y metió sus manos despreocupadamente en los bolsillos del pantalón corto y algo holgado que tenía puesto. BaekHyun le echó un vistazo a sus brazos desnudos y su mirada cayó en aquél nombre tan bonito. SanDara.

-¿Te refieres a la química, a la tensión sexual o a la atracción? -BaekHyun se sonrojó aún más con los labios formando un adorable puchero-

-A las tres, imbécil -carraspeó-. Hum, ya... ya nos hemos besado un par de veces y, con todo esto y las peleas y...

-¿Quieres salir conmigo?

BaekHyun se detuvo en seco y ChanYeol lo imitó no mucho después, giró el cuerpo para estar delante de él y BaekHyun bajó la mirada, sintiendo la carrera que mantenía su corazón dentro de su pecho. Pudo oír los susurros en su cerebro que le decían que tuviera cuidado, que pensara mejor las cosas y no fuera imprudente, pero su órgano bombeante lo calló al sacarle el dedo del medio y éste lo dominó por completo.

Se lamió los labios, algo nervioso, y su cara aumentó su color cuando una de las manos enormes de ChanYeol acunó su mejilla y alzó su rostro para que lo pudiera ver directo a los ojos. No había mucha gente en la playa ese día, ya que era entre semana y las personas tenían que trabajar, así que no se sintió apenado por aquél tipo de gestos. Los ojos grandes y oscuros del alto lo taladraron con la mirada, recorriendo cada facción de su rostro, quizás para memorizarlo o para empaparse completamente de él, y BaekHyun se preguntó qué tanto podría gustarle. Su respiración fue un lío cuando el pelirrojo se inclinó y dio un paso más cerca e involuntariamente BaekHyun suspiró, anhelante, esperando ansiosamente algún tipo de contacto superior e íntimo.

II: Señor IdiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora