II: Señor Idiota

Capítulo Especial

Te lo dedico a ti en agradecimiento por tu apoyo desde Señor Zhang. ¡Muchas gracias nena!

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BaekHyun arqueó su espalda y soltó un gemido fuerte y constante cuando su interior quedó bañado del líquido caliente y espeso que salió de la punta del pene de su hombre, y sus manos se posaron en el pecho del mayor, su cadera moviéndose en círculos perfectamente placenteros y la mano intensa y fuerte de ChanYeol bombeó su pene con más rapidez, de arriba hacia abajo con una maestría exquisita, buscando el placer del menor. No mucho después BaekHyun gritó y apretó sus párpados cerrados, su boca abierta en una perfecta "o" y su interior aterciopelado apretando el pene aún un poco duro del alto cuando hilos blancos se dispararon de su hendidura y adornaron el pecho de ChanYeol y su vientre. Se vino abajo entonces, sobre el torso del hombre más grande, y los brazos del ahora castaño no tardaron en rodearlo delicadamente, repartiendo caricias suaves y abstractas sobre la suave piel de la espalda del menor.

Sus respiraciones se acompasaron y los latidos desesperados de sus corazones volvieron a su suave y constante bum bum, y las caricias no cesaron en ningún instante. Luego de algunos minutos en la misma posición, BaekHyun alzó el rostro con una expresión satisfecha y feliz y se hizo hacia adelante para besar aquellos labios gruesos e hinchados y tan rojos como la pasión que sentía por su amante; ChanYeol respondió al gesto de inmediato, ladeando el rostro y subiendo su mano por su omóplato para dejarla en la mandíbula fina del pequeño y de esta manera tener el absoluto control del encuentro entre sus bocas, un gesto tan posesivo y dominante, pero perfecto para BaekHyun.

Su boca se abrió y recibió con gusto la lengua del rubio, firme, decidida, y no tardó en chocar la suya con la contraria e iniciar una danza suave y delicada entre ellas. En el gesto no había lujuria, ni segundas intensiones ni perversión, sólo entrega, el disfrute del momento íntimo con la persona mas querida, un amor exquisito y tan extraño como extraordinario, fantástico e incomparable, uno tan alejado de lo cliché y perfecto, pero adecuado para ambos.

Se separaron luego de un ruidoso chasquido que hizo a BaekHyun sonreír, y el rubio suspiró, cansado y satisfecho, y se recostó en el hueco del cuello de ChanYeol mientras su dedo trazaba los contornos del tatuaje que el alto se había hecho hace ya cuatro meses y las caricias sobre su espalda se reiniciaron.

—¿BaekHyun? —lo llamó el alto en voz baja luego de algunos minutos y BaekHyun abrió sus ojos, mirando la piel bronceada y lisa bajo su cuerpo—

—¿Hum?

—Tengo un regalo para ti —dijo él y BaekHyun frunció el ceño de repente y subió la mirada entrecerrada y acusadora para dejarla sobre los ojos confusos de ChanYeol—.

—¿Qué hiciste ahora? —preguntó, enojado, y fue el turno de ChanYeol de fruncir el ceño—

—¿De qué hablas? —respondió con otra pregunta, totalmente confundido y fuera de lugar—

—¿Cómo que de qué hablo? Es bien sabido a nivel mundial que los hombres solamente regalan algo a su pareja cuando se sienten culpables por hacer algo indebido, o en poquísimas ocasiones en los aniversarios, así que dime, ¿qué idiotez hiciste ahora?

Los labios de ChanYeol se crisparon y una ola de molestia lo golpeó repentinamente ante aquella acusación.

—No he hecho nada, BaekHyun. ¿Es que acaso no puedo tener un detalle contigo?

—Claro, pero que lo hagas después de hacer el amor es algo sumamente extraño.

—¿Y por qué es extraño?

—Porque cuando los hombres hacen alguna burrada normalmente recurren a comportarse mimosos, tienen sexo con sus parejas y después le dan el obsequio, y ¡bum! Meses después te enteras de que te engañó, te fue infiel o mató a tu gato, y yo no tengo gatos, así que dime cuál de las dos opciones anteriores es la ganadora.