Parte 1: Sin sueldo

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NOTA DE LA AUTORA: Aquí os dejo otra historia, algo más cortita, volviendo a la trama original de Bleach ¡espero que os guste!

*Contiene lenguaje y sexo explícito, mpreg y un personaje inventado (Haruka)

*Este fic lo publiqué en Amor yaoi en octubre de 2015.


Venta de "gigais"

1-Sin sueldo

**Renji**

Parece que por fin la paz ha vuelto a la Sociedad de Almas por un tiempo. Hemos sobrevivido a una larga cadena de batallas interminables. El rescate de Rukia, la traición de Aizen, la pelea contra arrancars y espadas, la rebelión de las zanpakuto....y por fin justo tras esta última batalla estamos libres.

-¡¡AAH!!! ¡Oh sí! Hoy me siento mejor que nunca ¡es hora de entrenar!- aprieto el puño mostrando una sonrisa triunfal mientras me dirijo al patio de entrenamiento del 6º escuadrón hasta que un par de voces me detienen congelándome en el acto.

-¡RENJIIII!!!! ¡¡Espéranos!! ¡¡También vamos contigo!!- veo con horror como mi zanpakuto viene corriendo hacia mí y yo uso el shunpo para darles esquinazo ¡¡AGH!!! Estoy cansado de esto ¿¿Por qué el comandante les ha permitido a nuestras zanpakuto quedarse en su forma humana como una recompensa temporal? ¡¡Son un puto coñazo!! No me dejan ni ir al baño.

-¡Renjiiiiii!!!!-

-¡¡Alejaos de mí!! ¡Pesados!!!- sigo mi carrera sin mirar por donde voy hasta que me estrello violentamente contra un pecho que me tira de culo al suelo haciéndome jadear. Al alzar la vista veo a mi capitán, Kuchiki Byakuya, con mirada airada y el reiatsu elevado agresivamente por nuestro encontronazo.

-Renji.... ¿se puede saber a qué demonios juegas?-

-Lo...lo siento taicho, no le he visto....-

-Vuelve ahora mismo a la oficina a trabajar, inútil-

Joder, qué amable está el señorito noble por la mañana. Por su culpa no he podido aceptar las vacaciones que Ichigo me ha ofrecido en el mundo real y estoy más cabreado que un mono por ello. Si mi taicho es un borde amargado y sin vida social no es mi culpa, aunque en el fondo desearía con todo mi corazón hacer un viaje con él a solas. Dios... ¿hasta cuándo voy a engañarme? Mi taicho jamás se fijará en mí, seguirá siéndole fiel al recuerdo de su esposa y he de respetarlo porque hasta ahora no sabe que soy marica así que....

-Eeeeh ¡¡mono estreñido!!!- abro los ojos de par en par al sentir de nuevo una interrupción y esta vez de mano de un personaje totalmente indeseable. Me pongo en guardia al ver apoyado en el muro a Grimmjow Jaegerjaques, el espada que hemos indultado a cambio de su ayuda y el cual tiene vendas por el torso tras su recuperación en el cuarto escuadrón. No puedo creer que Ichigo le salvara, es un impertinente y de poco fiar, como si no tuviéramos bastante ya con las zanpakuto, también contar con algunos espadas que sobrevivieron a la batalla de Karakura, uf...

-¿Qué cojones quieres de mí, espada?-

-Divertirme a tu costa. ¿Has visto a ese cabezón?-

-¿A Ichigo? Se fue al mundo humano- Grimmjow abre sus ojos gatunos al máximo y se pone en pie mirando a todos lados.

-¿Qué ese cabronazo se ha ido dejándome aquí?? ¡¡Tenemos una cuenta pendiente!!-

-Déjale en paz tío, ni en un millón de años podrías vencerle-

-¿Qué te apuestas??-

-Tsk! no tengo tiempo para esto- justo cuando me volteo para seguir mi ritmo, tengo que desenvainar a Zabimaru porque Grimmjow se me echa encima golpeando el filo con uno de sus puños.

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