Después de convivir un rato en familia. Leo y yo subimos a mi cuarto a descansar. Mi cuarto tenía casi todo cambiado excepto por los muebles. Nina dormía ahí ahora, pero cedió mi habitación y se quedaría con su hermano en la vieja habitación de Adam. Él y Lisa ahora dormían en la de mis padres. Cole y su novia que llegaría mañana se quedarían en la de él y que antes compartía con Matt, y Matt compartiría con James la de él y Peter, quien se quedaría en su apartamento con Emma.
—¿Estás segura de que no les molesta que me quede aquí? Puedo dormir en el sofá.—dijo Leo.
—Claro que los pone incómodos, pero soy adulta no pueden decirme nada.— le di un beso y puse mis manos bajo su camisa.
—Estoy muerto —dijo con un bostezo.
—Claro. Hay que descansar.
Ambos nos acostamos y acurrucamos en la cama. Despertamos unas horas más tarde para comer. Cole y Lisa habían preparado ravioles, pechugas de pollo envuelto y souflé. Lisa amaba cuando Cole iba porque le enseñaba toda clases de recetas que utilizaba en su restaurante. Estábamos a la mitad de la comida cuando Matt llegó.
–Wow, llegó en horario normal— dijo Adam abriéndole la puerta.
—Oye me prometí que este fin de semana no llegaría tarde a nada. Eso es hermanos míos no llegaré tarde ni a la cena de ensayo, a la despedida, ni a la ceremonia.— anunció Matt.
Pasó a saludar a todos y al igual que los demás amenazó a Leo.
—Ya veo a lo que te referías con hermanos protectores —dijo Leo en voz baja.
—Te lo dije.
—¿Puedes no dejarme en la despedida de soltero? —suplicó.
—Sabes que no puedo faltar a la de Emma. Además podrás conocerlos un poco más.Terminamos de comer y Emma, Lisa y yo nos fuimos a preparar para la despedida de soltera. Emma y yo nos estábamos terminando de vestir cuando escuchamos el motor de un auto deportivo.
—Ok ese fue un Porche 959 S. Gran auto.— dije corriendo a la ventana para verlo pasar.
—Te hicieron falta hermanas —dijo Emma.
—Pero a los hombres les encanta que sepa de autos. —Vi como el auto se estacionaba en la casa de enfrente. Un hombre de cabello café y corto, musculoso, con chaqueta de cuero y lentes oscuros salía de él.
—Lo sé, Peter ha tratado que vea las carreras con él y me explica la diferencia de los autos, pero no entiendo.
—Oh no, no, no, no, no, no.—Repetí una y otra vez mientras tomaba nuestros bolsos y abrigos.
—¿Qué? —preguntó Emma asustada.
—Te arreglas en el auto vamos—la jalé del brazo y corrimos al cuarto de Lisa—. Tenemos que irnos.— anuncié, por suerte ella estaba lista. Las jalé a ambas abajo.
—Espera Liv. —Se quejó Lisa.
—Vamonos ya, adiós los amamos.— dije arrastrándolas por la sala despidiéndonos de mis hermanos.
—Espera —Lisa se soltó y fue con Adam—. Cariño la niñera llega en veinte minutos, dile que los quiero en cama a las ocho, pueden ver televisión una hora y la cena esta en el refrigerador. —le dijo algo estresada.
—Lo sé cariño, vete porque Liv parece muy ansiosa.—le dio un beso y le dio un pequeño empujón hacia nosotras.
Abrimos la puerta y pasó justo lo que no quería, él ya estaba ahí parado dispuesto a tocar.
—Hola—dijo con una de sus malditas sonrisas que iluminaban la habitación.
—Hola —dije instintivamente, me había quedado paralizada al verlo.
—Felicidades Emma. —dijo él dirigiendo su mirada a mi amiga.
—Gracias Cooper.
—Ya nos íbamos. —dije reaccionando y las jalé de nuevo.
—Claro.— se hizo a un lado.
—¡Hey el idiota está aquí!— gritó Peter desde adentro. No me molesté en voltear, no quería. Solo deseaba irme a la fiesta. Las tres entramos al auto de Lisa Emma y yo ibamos atrás por que al frente teníamos algunas cajas de cosas de la despedida.
—¿Qué fue eso? —preguntó mi cuñada.
—Nada —respondí.
—Liv por Dios supérenlo los dos, han pasado dos años y casi no se han hablado desde que terminaron —dijo Emma. —¡¿No has habaldo con Cooper en dos años?! —exclamó Lisa—. Espera ¿por eso nunca te quedas aquí cuándo él también viene a la ciudad? —Sí —admití—. No quería toparmelo y que fuera incomodo. —Bueno gracias a eso, AHORA es incomodo —se quejó Emma—. Pero ni modo, van a tener que convivir todo el fin de semana porque tú eres mi dama de honor y él el padrino de tu hermano. Tú avanzaste y él también, seguro ahora está conviviendo con tu novio, que no tiene nada de malo. —Abrí mi puerta al escuchar eso.
—No podemos irnos.—
—¡Ah no! Tú nos sacaste a la fuerza para no tener que hablarle así que nos vamos a ir —decretó Emma cerrándo mi puerta.
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Te quiero, por favor no te vayas.
RomanceLiv ya ha superado su paranoia a ser lastimada. Han pasado 10 años, mucho ha cambiado en sus vidas y Liv está apunto de alcanzar el felices para siempre junto a su nuevo novio. Liv y sus hermanos se han reunido para festejar la boda de su hermano Pe...