Cuando llegamos al departamento de Emma ya todo estaba instalado como salón de belleza. Habían espejos, tres sillas giratorias, mesa para manicura y cientos de cosas para el cabello. Emma estaba en una bata con aluminios en el cabello. Caroline ya estaba ahí también con aluminio en la cabeza.
—Qué bueno que ya llegaron. Nina linda siéntate ahí y te van a peinar. —Señaló Emma.
—Siii —dijo con alegría mi sobrinita de cinco años.
—¿Qué necesitas? —pregunté.
—Qué tomen mimosas, a mí no me dejen tomar de más o comer de más y dejen sus vestidos ahí colgados. —Señaló un perchero donde estaba su vestido.
—Ok.
Nos pusieron mascarillas, nos hicieron pedicura y arreglaron nuestro cabello, a Nina le pintaron sus uñas y a Emma le cambiaron el color de las suyas. Care decidió también cortar un poco su cabello. Después comimos algo rápido antes que nos maquillaran.
—Muchas gracias —dijo Emma despidiéndose de los estilistas.
—De nada linda, felicidades —dijo una de ellas.
—Gracias.
Lisa comenzó a ponerle el vestido a Nina, se veía muy linda con sus flores en el pelo y su vestido rosa. Pero en cuanto se lo puso un minuto después se durmió en el sofá, se había despertado muy temprano por lo emocionada que estaba, su mamá prefería dejarla dormir ahora para que no estuviera irritable durante la ceremonia.
Después ayudamos a Lisa con su vestido, porque el cierre se había atorado. Por un momento empezó a tener inseguridades por su cuerpo, pero la verdad es que era muy delgada, no tanto como lo era cuándo conoció a mi hermano, pero se veía bastante bien para ya haber tenido dos hijos. Su vestido era durazno, con tirantes un poco gruesos y encaje en la falda.
El mío no ayudó mucho a hacer a Lisa sentir mejor, ya que tenían que amarrarse como si fueran un corsé por lo que iba a necesitar ayuda también. Los vestidos que eligió Emma para las damas eran muy bonitos, azul cielo, un poco escotados y sin tirantes. Empezamos por ayudar a Care y después iría yo para que al final le pusiéramos el vestido a Emma. Estábamos terminando de amarrar el corsé de Care cuándo alguien tocó el timbre.
—Las chicas debieron olvidar algo —supuso Emma.
—Bueno yo voy a quitarme la ropa para que me ayuden con mi vestido —anuncié y fui al baño de Emma y guardé en la maleta que trajimos mi ropa y me puse la ropa interior que usaría con el vestido. Espere unos minutos ahí esperando que quien fuera que haya venido ya se hubiera ido—. Ok lista para entrar al vestido —dije y me di cuenta de que Seb estaba ahí parado en la sala hablando con Emma—¡Oh Dios! —corrí al baño otra vez para que no me viera.
—¡Perdón!— gritó Emma.
—¡Oh calma Liv no es como que no te haya visto así antes! —mencionó Seb, lo que hizo que me enojara.
—Soy yo —dijo Care abriendo un poco la puerta y pasándome una bata, me la puse rápidamente y salí.
—¿Qué haces aquí?—pregunté en voz baja para no despertar a Nina. Él ya estaba arreglado, solo faltaba su saco. Odiaba lo guapo que se veía en traje.
—Tu tonto hermano llevó los zapatos equivocados y olvidó sus mancuernas de la suerte. Solo los busco y me voy, pero Emma no sabe dónde están las mancuernas y Peter no lo recuerda.
—Si son de la suerte busca bajo su gorra de la suerte, en sus zapatos de la suerte o su sudadera de la suerte —dije.
—Y esos son las cosas por las que me enamoré —rió Emma.
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Te quiero, por favor no te vayas.
RomanceLiv ya ha superado su paranoia a ser lastimada. Han pasado 10 años, mucho ha cambiado en sus vidas y Liv está apunto de alcanzar el felices para siempre junto a su nuevo novio. Liv y sus hermanos se han reunido para festejar la boda de su hermano Pe...