No podía pensar en una derrota. No podía pensar en una muerte segura. No podía pensar en nada malo, solo quería pensar que esta guerra contra los Vasto Lordes, la ganaríamos.
Una vez más, aquí me encontraba. En aquel lugar donde el cielo y los edificios estaban invertidos. Y como siempre, ahí estaba él, la versión más cruel y despiadada de mí. Su nombre era Ogichi.
Estaba parado frente a mí y su despiadada sonrisa parecía ampliarse cada vez más.
Él era nuestra última esperanza.
– Necesito que lo hagas de nuevo– le dije cruzándome de brazos.
– ¿Hacer qué...?– mientras sonreía pretendía que no sabía.
– Lo de Ulquiorra, eso que hiciste en la batalla contra Ulquiorra. Necesito que lo hagas de nuevo.
Ogichi levantó las cejas fingiendo impresión.
– ¿Y porqué ahora necesitas tan desesperadamente de mí?
– Todo el seiritei te necesita. Una nueva guerra se aproxima y yo necesito saber si estás de nuestro lado o no.
Ogichi caminó y estando cerca de mí mientras sonreía me tendió su mano.
– Capitán comandante, siempre estaré de tu lado. Pero me veo obligado a advertirte que una vez que comience no hay manera de que me detenga.
Está vez fui yo quien sonrió ante sus palabras.
(...)
Todos los escuadrones estábamos listos.
Hoy una vez más, combatiríamos por el seiritei.
– Oye enana– le llamé–, necesito que salgas allá afuera a patear traseros.
– Sode No Shirayuki y yo haremos todo lo que podamos por el seiritei– puso su mano en su frente como un sargento.
Esa era mi enana.
Mientras sonreía le admiré en silencio. ¿Porqué ella era tan perfecta?
– Prométeme que estarás bien.
– ¿Qué?
– Promételo enana, por favor.
Ella asintió.
– Ichigo, yo estaré bien y te lo prometo– se acercó hacia mí y besó mi mejilla–. Ahora dime que tú estarás bien.
¿Qué hice para merecer el aprecio de un ser tan perfecto como ella?
Entrelace sus manos con las mías y recosté mi frente sobre la suya.
– Te lo prometo, Rukia– le susurré.
Y aunque me pesará admitirlo, me aterraba mucho la idea de imaginar todo lo que pasaría. Peor todavía, perder a Rukia.
Yo no quería perderla.
– Rukia, debemos irnos– le avise y lentamente nos separamos. Me hubiera gustado que ese momento hubiera durado más tiempo.
Mis manos temblaban un poco. La capa de capitán comandante repentinamente me dió calor.
Rukia se dio cuenta de aquello.
– Voy a necesitar algo de suerte...– y Rukia me interrumpió cuando sus labios se plantaron sobre los míos en un interminable beso.
Aquel contacto inmediatamente eliminó prueba alguna de temor en mí.
Luego de separarnos ella tomó su zampakuto y se dirigió hacia el campo de batalla donde nuestros rivales y el resto de shinigamis nos esperaban.
Después salí yo y me puse frente a todos. Grimmjow y Halibell estando en mi lado izquierdo e Hirako con el resto de los vizards en mi lado derecho.
– No tendremos piedad de ustedes. Lamentaran el día en que entraron a irrumpir nuestra paz en el seiritei– dije y los shinigamis con una gran bullicio afirmaron mis palabras.
“Muy bien Ogichi, es tu turno.”
Y un dato curioso de los nombres de los Vasto Lordes por tardarme tanto:
Dato curioso del fic: El nombre “Furihata” (nombre de los Vasto Lordes) sale del anime “Kuroko no Basket” del personaje “Furihata Koki”.
El nombre “Ryner” salió del anime “Attack on Titan” y el apellido “Sayo” salió del anime “Death Note” el nombre de la hermana del protagonista “Sayu” (Sayu es la hermana menor de Light Yagami) y se cambió la “u” por una “o”.
El nombre “Kakuzawa” salió del anime “Elfen Lied” (Kakuzawa fue un hombre asesinado por Lucy que fingía ser maestro, pero era un investigador) y “Sten” salió del anime “Akame Ga Kill” (Sten era uno de los cuatro demonios contratados por la capital, Lubbock lo mató).
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IchiRuki : El pasado nunca se olvida
أدب الهواةIchigo a comenzado a sentir por Rukia algo mas que una linda amistad, siendo ahora el capitán y jefe de la Sociedad de Almas... Ahora debe de pasar por procesos difíciles y más ahora que el pasado párese haber regresado... Todos los personajes son p...