Capitulo 2

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El nuevo día llegó, me coloqué un vestido con corsé de color rosado y anchas mangas y me dirigí a donde Joey en su magnífica casa de música.

Corrí por la calle angosta nuevamente y me detuve un momento a mirar el cielo, y sus nubes en forma de corazón me guiaron hasta la casa de música.

El cartel otra vez decía cerrado y me acerqué a la ventana para ver a Joey, pero él no se encontraba.

Me apegué junto a la ventana y esperé a que él me viera, pero su espera fue larga y frustrante.

Dirigiéndose hacia el sitio, Joey me vio apoyada junto a la ventana esperándolo, y cruzó la calle.

Se acercó discretamente a mí y me sorprendió cubriendo mis ojos.

Toqué sus largos dedos en mis ojos y no imaginándome de quien se trataba, Joey se apegó a mí y su cabello se dejó caer sobre mis hombros. Fue cuando sentí su respiración, acaricié su cabello y dije su nombre.

Me destapó los ojos, yo me di vuelta y lo miré dichosa. Lo saludé abrazándolo fuerte y él se rió tierno a mi espalda.

Entramos al lugar y Joey me habló de las clases que se realizaban en la casa de música. Él las hacía, y eran tres veces por semana.

_ Mañana debes estar aquí a las cinco, para que empecemos a prepararte con el instrumento que vas a tocar

_ Pero Joey, aún no sé porque instrumento puedo empezar – sacudió su cabello todo coqueto -

_ Te sugiero que empieces por la guitarra. Después cuando ya sepas usarla, podrás tocar el piano u otro instrumento que tu desees

_ Está bien. Seguiré tu consejo Joey. Entonces mañana empezaremos con mi clase

_ Así es, así que ven con el mejor entusiasmo que tengas

_ Te prometo que así será

Él me sonrió y se colocó de pie.

_ ¿Quieres tomar algo, un refresco?

_ Si, gracias

Él me sonrió y fue a servirme una bebida. Lo vi alejarse y miré nuevamente todo el lugar. Vi un piano, me acerqué a mirarlo y toqué sus teclas.

Él escuchó las teclas del piano y se asomó. Me observó discretamente.

Pensó en algo mientras me veía tocar el piano y luego se me acercó llevándome el refresco.

Nos sentamos y yo tímida, bebí de mi refresco, él me miró y yo quise pedirle otra cosa.

_ Si no es mucho pedir...

_ Al contrario, nada es molestia ¿Qué necesitas?

_... ¿Podrías tocar una canción para mí en una de esas guitarras por favor?

Él sonrió, tomó una de las guitarras y comenzó a tocar una agradable melodía, que hizo que yo lo mirará con fervor.

Miré sus largos dedos moverse en las cuerdas de la guitarra y estos provocaban una tierna canción, que se me hizo familiar. Tuve la sensación que aquella canción la conocía de alguna parte.

Joey mirándome, mientras tocaba la guitarra, yo lo miré y sentí los fuertes latidos de mi corazón...

_ Tocas maravilloso la guitarra Joey

_ Jejeje gracias

_...

_ ¿Quieres salir a dar una vuelta conmigo por el parque?

_ Si, no estaría mal

Él sonrió, tomó mi mano y salimos de la casa de música.

Metió las manos en los bolsillos de sus jeans y usando su chaqueta rayada, dimos marcha a nuestro paseo por el parque.

Joey me había comprado un algodón de azúcar y ambos los compartimos. Nos sentamos sobre el húmedo pasto y empezamos a conversar.

_ ¿Te molesta si te digo linda? – sacudió su cabello coqueto y yo le sonreí -

_ Claro que no, aunque, yo también podría llamarte de otro modo. Pero de momento no se me ocurre ningún apodo – él se rió -

_ ¿Qué haces? ¿Estudias alguna carrera o algo?

_ Bueno, estoy haciendo un curso de ingles

_ ¿Un curso de inglés? Que interesante. Me parece algo muy importante, ya que ahora todos deben manejarlo a la perfección.

_ Es el problema, No me va del todo bien...

_ No te preocupes linda, verás que después de unos meses hablarás como toda una bilingüe profesional

_ Eso espero... ¿Y tú, en que te desenvuelves?

_ La casa de música es mi vida ahora - se recostó en el pasto -

_ Ya veo. Debes ser muy profesional en aquello

_ Sí, como cualquiera que le guste y quiera aprender a tocar algún instrumento de música

Miramos con detención el cielo azul, y yo con discreción observaba a ratos su mirada, la que me decía algo.

Nos sentamos en el respaldo de un asiento y nos miramos.

_ Disculpa mi curiosidad pero ¿Cuántos años tienes?

_ Tengo diez y nueve ¿Y tú?

_ Yo tengo treinta y uno...

Bajé la cabeza y sonreí pensando en mi mente, que Joey era más grande que yo en edad y eso me agradó.

Joey solo me miró frente a mi silencio...

_ ¿Pasó algo linda? – sonreí –

_ No pasa nada, es tan solo que me he sorprendido un poco al saber tu edad...

Por impulso lo abrasé y él me recibió en sus brazos.

Aún abrasados, a mí de pronto me surgió una duda...

_ ¿Estás comprometido con alguien?

_ No, no estoy con nadie. Hace meses, eso sí, tuve algo con alguien, pero no funcionó y terminamos

_ Lo siento

_ Tranquila, eso ya es parte de mi pasado. Ahora estoy viviendo el presente y lo que el futuro me depare...

Me miró tierno y yo le sonreí, sintiéndome inmensamente maravillosa y feliz, suponiendo que esas palabras se podían referir a mí.

Alejándonos del parque ya era hora de que yo volviera a casa y me despedí de Joey con un fuerte abrazo, y él me cargó en sus brazos y ambos nos miramos así muy cerca.

<< Que guapo y encantador es >>

<< Que daría por darle un beso ahora... pero aún es muy precipitado... >>

Me bajó con suavidad de sus brazos y Joey acarició mi mentón para decirme que mañana nos volveríamos a ver.

&quot;Te encontré en mi cielo&quot; { Joey Tempest }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora