POV Protagonista:
Llegamos de madrugada a salvó a la casa de los Kuroba. Esperaba que nadie nos siguiera. Sin embargo,Kaito no me dirigió palabra alguna durante el vuelo,se encontraba molesto.
Al llegar simplemente todos nos dirigimos a la guarida secreta de Kaito Kid,tratando de hacer el menor alardeó posible y esperando que nos esperara una emboscada en el interior,que por suerte,no sucedió. Entramos por una ventana, apesar de nuestra llegada, todo seguía en calma.Él me tomaba de la mano para llevarme a cualquier lugar. Nadie se atrevía a soltar la primera palabra.
De cualquier manera ¿A dónde más podíamos ir? En algún momento,tenía que recurrir a Shinichi,pues estaba estrechamente relacionado con la organización,era su objetivo principal, sin embargo,era posible que Kaito no estuviera muy bien informado de la situación,hacer eso me haría mucho más sospechosa de lo que ya me veía.Justo antes de entrar a la guarida (Cuya entrada estaba en la recámara de Kaito),por la ventana observe unos segundos la casa de Aoko,la luz de su habitación seguía prendida y se notaba su silueta llamando por teléfono,no se enteró de nuestra presencia. Decidí pensar en eso luego.
En la habitación secreta se prendió una lámpara que alumbró todo el lugar sin exponernos al exprerior. Con gestos,Kaito me obligó a sentarme en la única silla de la sala, al centro de está. Si no supiera lo que pasaba,diría que ese cuarto era una bodega perteneciente a un mago cualquiera.
Sus padres se situaron en una esquina de la habitación, de ahí no se movieron un buen rato,nos observaban a nosotros dos. Su padre se quitó el sombrero y su madre la máscara, aparte de eso, tenían los mismos disfraces. Chikane Kuroba se veía bastante felíz,aferrada al brazo de su marido,evitando que él se alejará en lo más mínimo,lo cual Toichi no negaba y también parecía felíz. De vez en cuando,notaba como se lanzaban miradas cómplices,en definitiva tenían mucho de que hablar, igual que Kaito conmigo, pero de diferente forma. Algo me decía que Toichi sabía algo más sobre mí.
Él joven mago se paseaba al frente de mi,de un lado a otro con la mente pensativa, tal vez un poco ansioso. Recordaba a la típica pose que pone su gran rival cuando analiza un caso, de hecho,se veían iguales.
Kaito,al igual que su padre, ya no traía puesto el sombrero de copa ,ni la capa; únicamente su traje junto a su monoculo. Se veía muy atractivo así,pero de nuevo no era la situación para pensar en eso.Yo le seguía con la mirada, estaba asustada por lo que fuera a decir. También me preguntaba cuando me podría cambiar la incómoda ropa.
De repente,se paró justo delante mío,mantuve la cabeza mirando al suelo cuando hizo eso,no supe cuál era su expresión. Después de todo,tenía que estar molesto por mentirle sobre todo, aún así,no importaba cuanto yo le quisiera, por ningún motivo le debería hablar sobre mi origen. Resultaba triste,pues jamás le podría revelar datos míos y probablemente él, perdería la confianza.
Todo pasó tan rápido desde que llegué, la rapidez que supuse atribuir a fallas en el tiempo. Me preguntaba que pasaría de ahora en adelante. Si Kaito me despreciaba, seguramente volvería al mundo "real" o vagaría en éste. Seguro me involucraría más con Shinichi o quizá fuera a buscar aventuras junto a Lupin III,igual sucedían el el mismo mundo,o algo así parecía,quién sabe.
Miraba al suelo con un poco de miedo y finalmente,dió inicio la conversación de los dos. Nadie trató de interferir.
—¿Quién eres? — lanzó con frialdad esa interrogante.
—Yo...— fue lo único que logré conseguir antes de que interrumpiera.
— Cuando desapareciste, entré a tú casa, encontré ésto.— tiró en el suelo las notas que alguna vez escondí en mi habitación— ¿Eres una espía? ¿Cuál es tu país de origen? ¿Qué es lo que quieres en Japón? — parecía tan incensible con sus palabras.
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Noches junto al mago bajo la luz de luna.
FanfictionKuroba Kaito X Lectora. Una teoría,un proyecto, un ideal y un solo deseo: amar sin barreras. La famosa teoría que sugiere que: ••✦ "La ficción de nuestro mundo es real en dimensiones paralelas, llegando a nosotros por sueños o lo que llamamos ins...