Buenos o malos encuentros.

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:D

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Después de aquel dulce momento, Adrián dejo a Marinette descansando en la habitación, ya era un poco tarde y lo más seguro es que tuviese hambre hasta ahora no había reparado en comprar algunos víveres toda su despensa estaba completamente vacía. No quería salir y dejar sola a Marinette pero tampoco quería llevarla necesitaba descansar no agitarse.

-¿Algún problema?- Tikki se apareció aun lado de Adrián con una galleta entre sus manos, la pequeña kwami se dio la libertad de explorar lo que sería ahora el nuevo hogar de Marinette.

-Oh esto... eh...

-Tikki, soy Tikki.

-Tikki, es solo que me pareció buena idea preparar algo para merendar y no hay nada, olvide comprar algo, me gustaría salir a hacer las compras pero no quiero dejar sola a Marinette.- explico.

-Puedes irte, Marinette se quedó dormida y él bebe también, Plagg y yo cuidaremos de ella.- Adrián le sonrío, tomo sus llaves y salió rápidamente para no tardar en regresar.

El viaje fue rápido, solo compraría lo esencial y regresaría, entre sus rápidas compras incluyo las galletas para Tikki y el queso para Plagg, aunque sus intenciones no eran tardarse no pudo evitar detenerse a pensar que pasaría ahora, tenía que buscar un trabajo eso era seguro, no era un inútil sabía hacer muchas cosas, tal vez podría dar clases de esgrima en el colegio donde antes estudiaba, o podría dar clases de física, fue una de sus materias favoritas y se le daba muy bien... alguna otra agencia de modelos podría contratarlo pero eso significaba tener que hacer viajes constantes.

Sin quererlo el carrito de las comprar golpeo uno de los estantes, sus distraídos pasos lo llevo hasta la sección de juguetes donde por el pequeño golpe un oso de felpa termino en el suelo, sacudió la cabeza un par de veces regresando al a realidad, una sonrisa se formó en sus labios al ver el juguete, vagamente le recordó que madre le avía dado un oso panda a los cinco años. Coloco el afelpado animal dentro del carrito ya no quería seguir perdiendo el tiempo.

-¡Oh Adrián!- escucho tras de él.

Ni tiempo le dio de girarse para ver a la persona que le llamaba, un par de brazos lo rodearon desde atrás por el cuello.

-Adrián pero que sorpresa, jamás pensé encontrarnos en un lugar como este.

-¡¿Lila?!- Se sorprendió, hace algunos años que no se supo más de Lila, había rumores sobre que sus padres viajaban constante mente y ella término en un internado para señoritas en Inglaterra.

-La misma...¿Qué es esto un regalo de bien venida?- sin permiso tomo el adorable muñeco del carrito.-Su pongo que tu padre te comento que estaría de regreso, que tierno.

-No, nada de eso.- respondió quitándole el muñeco de las manos.- es un regalo para otra persona, mi padre no dijo nada sobre tu futura llegada ¿Por qué tendría que hacerlo?

-Bueno porque tú y yo modelaremos para la portada de una revista.- ocultando su enfado por el "regalo" le sonrió nuevamente abrazándolo del brazo, para Lila esos momentos eran los más felices de toda su vida.

Adrián rodo los ojos, otra cosa de la que no se enteraba, pero que le importaba ya no trabajaba para su padre, fue muy claro cuando renuncio.

-Lo siento, pero me temo que yo no modelare.- dijo haciendo que le soltara del brazo, Lila lo miro sorprendida ¿La estaba rechazando? – me comprometí con otras cosas, y ya no trabajo para mi padre, renuncie hace unos días.

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