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El lunes por la tarde, cuando Camila se sentó en una reunión con el entrenador, Darby Hogue y los exploradores del departamento de desarrollo de jugadoras, su estómago se torcía en nudos por los nervios. Una televisión fue instalada y ellos observaron clip tras clip de vídeo de los agentes libres y las perspectivas de las ligas menores. A pesar de que todas las operaciones y adquisiciones se dejarían en suspenso hasta el final de la temporada, el departamento de desarrollo de jugadoras trabajaba en la búsqueda de nuevos talentos y Jules había pensado que era importante que ella asistiera a la reunión.
Mientras que los hombres en la habitación discutían la perspectiva en la pantalla, se sentía tan nerviosa como un pecador en la iglesia, preguntándose si Lauren pasaría como la brisa a través de la puerta, viéndose caliente y cool al mismo tiempo.
Se preguntó si alguno de los hombres en la sala sabía que había asaltado a la capitana del equipo de hockey con sus labios. Estaba bastante segura de que Lauren no era el tipo de mujer que besaba y lo contaba. Ella no querría algo así moviéndose a su alrededor, pero no la conocía lo suficiente como para tener la certeza de que no hablaría de ella con alguna de las chicas. Quién podría, a su vez decirle a otras personas. Sí, ella la había besado primero, pero ella fue la que la agarró con ambas manos fuertemente y no había querido que terminara. No así. No hasta que ambas estuvieran desnudas.
- ¿Puedo ofrecerme a conseguirle algo, señora Duffy? -Preguntó el ayudante del entrenador cuando metió otra cinta.
Un Xanax. Ella sonrió y negó con la cabeza. -No, Gracias. -Puso sus manos en su regazo, pareciendo relajada y tranquila mientras sus nervios silbaban veloces a través de sus venas cada vez que alguien pasaba caminando por la puerta del entrenador Nystrom, pero Lauren nunca apareció y nadie mencionó el episodio lamentable en San José.
Esa noche, las Chinooks ganaron su segundo de tres contra las Sharks. Camila eligió asistir a un evento benéfico en su lugar y se saltó el juego. Ella y Virgil habían comprado boletos para el evento de mil dólares el plato el verano anterior. Decidió ir sola y participar en la subasta silenciosa para recaudar fondos para Médicos sin Fronteras.
Se enfundo en un vestido negro de Donna Karan y se puso un collar de perlas tan largo como la ópera alrededor del cuello.
Cuando entró en el salón de baile en el Four Seasons, vio a varias mujeres que conocía de la Sociedad de Gloria Thornwell. Ellas desviaron sus rostros como si no la conocieran. Los relucientes candelabros brillaban sobre la élite de Seattle cuando tomó una copa de Moët de una bandeja que pasaba. Al frente del salón, Landon y su esposa estaban de pie en un círculo de los amigos íntimos de Virgil felicitándose entre sí por alguna especie de compra o algo.
Levantó el champán a sus labios y su mirada se deslizó por los miembros de la Sinfónica de Seattle, que tocaban en un estrado. Conocía a la mayor parte de esas personas. Ahora, mientras se trasladaba a la mesa que mostraba los artículos de la subasta silenciosa, captó las miradas de las esposas trofeo con las que se había asociados durante cinco años. En sus ojos, vio compasión y terror, antes de que se dieran la vuelta, miedo de hacer contacto con su suerte.
-Hola, Camila.
Ella vio por encima del hombro a la esposa de Bruce Parsons, Jennifer Parsons, esposa trofeo sólo un poco mayor que ella.
-Hola, Jennifer. Enfrentaste a la multitud, por lo que veo.
Jennifer se rió con fuerza. - ¿Cómo estás?
-Un poco mejor. Todavía extraño a Virgil.
Hablaron durante unos minutos y al final prometió llamadas telefónicas que nunca llegarían y un almuerzo que nunca pasaría.
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Desastre ~ (Camren G!P)
FanficDesastre Nº 1: Pasión. La mayor parte de America y Canada está pendiente del juego de Lauren Jauregui. Su sex appeal y su gancho derecho han hecho de ella la favorita de los fans. Durante toda su carrera ha soñado con ganar la Copa Stanley y lo últi...