Dulce
Mi cuerpo pedía seguir durmiendo, había caminado toda la tarde del día anterior y hoy la mañana buscando un departamento pero todos tenían algún defecto: precio elevado, alguna desperfecto o demasiado caros para lo que ofrecían. Me estaba dando por vencida después de más de ocho horas de caminata pero cuando llegue al hotel de regreso note a Lizzie que ayudaba a otra mujer para subir sin taxi, me acerque hasta ella y le pedí que por favor me dejara ver si departamento para ver si me convencía. La realidad es que tenía un poco de miedo porque apenas conocía a esta chica pero si rentaba alguno de los otro viviría en un lugar horrendo o me quedaría sin dinero rápidamente ya que la ciudad era bastante cara.
Mire el reloj que tenía a mi lado y casi era hora de ir a ver el lugar donde probablemente viviría, me vestí rápidamente y salí del hotel para tomar rumbo a la casa de Lizzie o más bien departamento. Cuando el taxi se detuvo pude ver un edificio con 7 u 8 pisos, salían unos balcones de metal en cada uno de los pisos, uno de ellos estaba cubierto por plantas hermosas. Tome aire y me decidí a entrar, cuando llegue un guardia me pidió el número del departamento y mi identificación, eso me dio mucha confianza. Me indico el lugar donde estaba el elevador, marque el piso al que iba mientras subía no sabía lo que esperar cuando las puertas se abrieran, vi mis manos que sudaban ante mis nervios pero antes de que pudiera arrepentirme las campanas sonaron y las puertas se abrieron así que tome un respiro profundo para dar un paso fuera de la caja de metal, me acerque a la puerta di dos toques cuando la puerta se abrió.
-Bienvenida a tu casa- dijo Lizzie-
-Hola- dije un tanto desconfiada-
-Venga, entra- paso su brazo- no te pongas tímida ahora- sonrió- esta es la sala, aquí tienes la cocina. Sí sé que es un poco pequeña pero es acogedora-Observé el lugar lentamente, ella se dirigió a la cocina mientras yo admiraba todo, tenía un aire bohemio, en una esquina tenía un mueble en forma de L que estaba adornado con cojines de varios colores frente tenía una pequeña silla de mimbre que tenía una manta acogedora junto con un par de cojines. La casa era muy colorida contrastaba con la ropa que utilizaba Lizzie, su cabello estaba recogido por un pañuelo de colores y pulseras en el brazo izquierdo que la hacían lucir divertida, un short deshilachado marcaba su cintura y en su pie una pulsera de oro colgaba. Llegó con dos tazas de café hasta donde estaba.
-Te falta conocer el balcón, espero que te encante como a mí- me dio el café que bebí con un pequeño sorbo un poco nerviosa- ¿Quieres verlo?-
- Si, claro- busque donde poner el café, ella pareció notarlo-
- Tráelo, tomaremos el café ahí-Caminamos a una ventana enorme y cuando vi el supuesto "balcón" era más bien una terraza por si tamaño, estaba lleno de flores y plantas de todo tipo, toque las plantas mientras caminabamos a una pequeña mesa situada a la orilla donde se podía apreciar la ciudad, cuando mire abajo me di cuenta que era el balcón que había apreciado cuando llegue y ahora que lo veía de cerca no tenía dudas de que era un lugar hermoso.
-Entonces...¿Qué te parece?-se sienta en la silla de color que tiene afuera- siéntate en verdad no te haré daño-
-Lo siento, es que es extraño que alguien ofrezca ayuda así tan simple- digo sentándome en la silla color rosada fuerte- usualmente la gente...-
-Espera- sube su mano interrumpiendome- no toda la gente es así, yo no soy así. Solo quiero ayudarte y ayudarme, simplemente soy una chica algo extraña por cierto pero algo me dice que seremos las mejores amigas- sonríe mientras toma un poco de café-Yo asiento y tomo un poco más, nos quedamos en silencio disfrutando el aire que pega en nuestras mejillas.
-¿Te gustaría conocer lo que sería tu cuarto?- pregunta-
-Si, claro- colocó la taza en la mesa y me levanto dispuesta a tener un poco más de confianza-
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Cuenta Pendiente
Romance-Un inocente- -Una venganza- -La vida no es tan perra como lo esperabas- -Él cambia tu mundo-