Cuenta Pendiente

Falsas verdades

Dulce

Mi celular suena en mi chaqueta y él mete la mano en ella para colgar la llamada, me da una mirada fría y yo me encojo en el otro lado del auto, jalo la manigueta pensando qué tal vez la puerta se abra y yo salga rodando del auto, lo intento pero me falla el cálculo la puerta está cerrada.

-No soy tonto, no quiero una demanda después- dice mirándome- ahora lo que deberías hacer es ir hablando-
-No se a que te refieres- momento-
-Te vi en el cementerio, después en la oficina y dos veces en el hotel- se desabrocha los botones del saco-  pero veremos que tienes que decir- da una sonrisa amarga- así que comienza a hablar-
-No se, todo es coincidencia, solo eso- digo tratando de sonar segura-
- No, no lo es- gira su cara para verme y parece furioso, me recorre entera con la mira y yo me pego más a la esquina del auto- dime ¿quién eres y qué quieres?- no contesto- empieza a hablar- me mira- ¿Por qué te quedas callada?- exige y me recorre de pies a cabeza, se queda callado y yo solo pienso en bajarme del auto a cualquier costo entonces me mira nuevamente pero ahora con recelo- ¿Eres hija de mi padre? ¿Engaño a mi madre con la tuya?- me cuestiona y yo tiemblo porque su padre si engaño a su madre pero no con mi madre si no conmigo-

Estoy atrapada y no contesto, me pongo más nerviosa por lo que solo niego con la cabeza, levanta su mano mientras sonríe cínicamente y acerca su mano hasta mi mejilla donde la pasa lentamente y yo intento perderme en la esquina del auto.

-Seria un error que fueras mi media hermana- baja su mano un poco más llegando a mi cuello, coloca sus dedos sobre el y con su pulgar me acaricia, se acerca un poco más haciendo que mi respiración se corte entonces el celular suena, ve el número y sonríe

- Alguien más me dirá quién eres en verdad- sonríe y contesta- Javier, dime- lo escucho dar unas órdenes y yo solo veo por la venta pensando en que el abogado de Mauricio no diga nada, le ruego a todos los dioses que conozco- necesito que me digas quién es la chica que estuvo en el cementerio y después en tu oficina, ¿que tenía que ver con mi padre?- solo lo escucho decir siempre un par de palabras y antes de colgar un- vamos para allá- cuelga y guarda el celular  en su chaqueta aún lado de donde guardo en mío- vamos a la oficina de Javier, lo más rápido que puedas- le ordena a la persona que maneja. Llegamos un par de minutos después, él se baja rápidamente y veo como se abrocha el primer botón del saco para después dar la vuelta al auto, abre la puerta de mi lado- baja- me ordena pero yo me hago del otro lado- muy bien lo haremos por las malas- me jala de la pierna y después me toma fuerte por el brazo hasta sacarme- camina- me siento indefensa ante este hombre- si intentas huir, te arrepentiras- susurra en mi oido- así que será mejor que camines-

Entramos al edificio y voy temblando, no he dejado de hacerlo desde que me topé con él.  Mi mirada iba baja y mis brazos intentaban darme un poco de calor, cuando las puertas del elevador se abrieron me revise a bajarme pero Christopher con su brazo me dio un empujón  y yo avance por el pasillo hasta la oficina que ambos conocíamos.

-Pasa- abrió la puerta para mí- ¡Ahora!- cuando cruce la puerta me encontré de frente con Javier que me miraba como si quisiera matarme- ahora me explicarán los dos que es lo que sucede aquí-

Yo miré a Javier y no supe que decir, Christopher nos miró pero yo no decía una sola palabra hasta que Javier decidió hablar.

-No tiene importancia quien sea- me dice mirándome-
-Claro que si, está mujer nos sigue por todos lados- me señala- así que alguno me tiene que decir que es-

Javier me mira con reproche entonces niega con la cabeza, yo me trató de perder en la silla pero no funciona, entonces Javier habla

-La verdad es...- me mira y después voltea a ver a Christopher-  tu padre era un hombre bueno y está chica  bueno un día la encontramos en uno de nuestros viajes, ella necesitaba trabajo, tu padre la ayudo con un poco de dinero y le prometió le conseguiría una plaza en México pero antes de que pudiera hacerlo, lamentable el falleció-
-No estoy seguro de esto- me mira- ¿Eso es cierto?- su mirada no se separa-