Tabú

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Con cada beso empezaban a sentirse mejor, como si todo tuviera sentido por fin.

Después de todo... todo ser vivo respira el mismo aire, tiene sentimientos, llora, siente miedo, dicha... amor.

Eso aunque habían tratado de negarlo; aunque quisieron ocultarlo no pudieron hacerlo por demasiado tiempo y ahí estaban... expresando físicamente lo que sus almas ya sabían... que para este bello sentimiento no existe color de ojos, diferencia entre presas y depredadores... entre  zorros y conejos.

El estaba embelesado desde que la comenzó a tratar, quedando prendado de su fuerza y determinación,  de su nobleza y simpatía.

Ella estaba enamorada de su forma de ver la vida, de su seguridad y convicción, el era uno en un millón.

Quisieron negar esta tracción, trataron de no acercarse demasiado el uno al otro pero todo fue inútil.

Ahora ya no importaba si alguien los llegará a ver juntos en el futuro, que importancia tenía ahora la norma entre especies.

Exploraban sus cuerpos con paciencia, deleitándose con su pelaje y su aroma el uno del otro;  el la trataba como una dama, como si fuera la flor más delicada que ahora se abría ante sus ojos.

Ella después de todo se mostró tímida, creía que el al final solo la vería como un animal extraño.

Pero el se encargó de disipar esa duda y ese temor.

Después de todo, se había enamorado de una muy buena chica. Una que valía  oro. Y el la protegería.

El conejo acarició el rostro de la vulpina sin dejar de mirar la  a los ojos, era hermosa.

La noche era fría afuera de la casa de Jack, comenzaba a hacer mucho viento.

Esa noche fue su noche.

La noche donde los dos pudieron dejar  atrás los prejuicios, las críticas, y sus miedos.

La mañana siguiente ambos despertaron con un agradable calor en su pecho.

Estaban juntos y eso no cambiaría en mucho tiempo.

Estereotipos impuestos, tradiciones, tabúes... ellos serían ahora blanco de la mayoría que rechazaba las parejas inter especies.

Pero en medio de todo, una pequeña esperanza que al principio fue el detonante para su acercamiento les daba ánimo para continuar.

Había una pareja que les había demostrado día con día que si se quiere se puede.

Sus ex-parejas respectivamente, esos que habían compartido esa comida tan desastrosa aquella tarde, para que después ellos pudieran conocerse mejor. Ellos que al principio los consideraban seres contra natura; ahora eran de alguna  manera su ejemplo, y no sólo de ellos, de cada pareja ínter especie que había en la ciudad... ellos habían soportado insultos y agresiones pero la ultima vez que tuvieron oportunidad de verlos pudieron notar que lo que sentían uno por el otro era mas fuerte que cualquier presión social... y ahora Jack y Skye sabían que no habría poder de separarlos tampoco a ellos.

One Shot...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora