Capítulo 40

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Por fin capítulo nuevo, siento mucho haber tardado tanto, y reitero, no me he olvidado, pero mi tiempo libre es muy limitado. Quiero que entiendan que no tengo vida, mis clases empiezan a las 9:30 de la mañana y terminan sobre las 7:30 de la tarde, súmenle a eso media hora de tranvía por cada viaje, más o menos dos al día, en decir, me levanto a las 8.00 de la mañana para no llegar tarde y llego a mi casa a las 8:00 de la noche. Y los fines de semana tengo que estudiar y hacer todas las tareas y trabajos.

Intentaré subir lo antes que pueda. Esto no va por nada, solo quería que entendieran mi situación.

POV de Lok

Después de destruir a Medea nos quedamos en la isla un día más, teníamos que arreglar la lancha para poder continuar con nuestra travesía. Junto con la destrucción del cristal, el olor extraño desapareció, aunque, a pesar de que ya no había peligro, no me apetecía separarme mucho de la orilla, ni de la lancha, me daba miedo caer en otra ilusión.

Me senté en un saliente que daba al mar al lado de la lancha, jugueteaba con el amuleto de Lindorm mientras pensaba en lo ocurrido, por culpa de esa ilusión perdí algo el control, aunque no fue por la ilusión en sí, sino por el hecho de que fuera imposible. Mi deseo de que mi padre volviera para salvarme, ya fuera de los demás, del mundo o de mí mismo, me hizo recordar todas las ocasiones en las que lo deseé, el hecho de que fuera imposible que mi padre me salvara de una situación tan patética provocó que la ira se apoderara de mí, por suerte la única víctima fue la chica de la ilusión y no ninguno de mis amigos, pero que una de mis pluma se volverá blanca..., debía de tener más cuidado.

Miré el amuleto de Lindorm, Sophie me explicó que Lindorm era un titan de Guerra, San Jorge era un soldado romano, su espada era muy poderosa y peligrosa, destruía todo aquel que San Jorge quisiera y por eso ganaba tantas batallas. Debido a eso, Lindorm era muy peligroso, ya que era él quien le daba la fama a la espada, también me dejo muy claro su asombro por mi capacidad de haber formado vínculo con él y sin complicación, porque Lindorm solo formaría vínculo con un buscador con gran habilidad destructiva en la batalla, su asombro venía sobre todo porque decía que yo no tenía esa habilidad. Mi cabeza iba y venía, si Sophie supiera las cosas que soy capaz de hacer fliparía mucho y me destruiría, y esa pluma blanca podría haber tenido un precio muy alto.

Los pensamientos en mi cabeza sobre mis "habilidades" me tenían preocupado, al igual que el miedo al no poder controlar a Lindorm en la batalla, cosa que se encargó Zhalia de recalcar una y otra vez. No entiendo por qué las chicas se llevaban mal, ambas tienen el mismo hobby, amargarme la existencia y recordarme todo el tiempo que soy un cachorro y un buscador patético, en conclusión, muy simpáticas.

Un torrente de agua congelada me cayó encima, obra de la mano de Sophie, no pude evitar gritar cuando el frío del agua llego hasta mi piel.

-¿Por qué has hecho eso?

-Llevo diez minutos intentando llamar tu atención. Si esto no hubiese funcionado hubiera tenido que usar mis poderes.

Me levanté completamente empapado, Cherit me trajo una toalla para que me secara el pelo y las orejas. La miré con una mirada de odio.

-No pensaste en ponerme una mano en el hombro.

-Eso no te hubiera fastidiado tanto, ahora tienes que secarte todo el pelo que tienes-Sophie se rió un poco.

-¡Ya sé lo que te pasa! Estas molesta porque al final me distes el refresco.

-Uno, te equivocas, y dos, ¡esa cosa es imbebible!

Electricidad, luz, fuego y hechiceríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora