Capítulo 41

34 6 1
                                    

Por fin capítulo nuevo, espero publicar otro esta semana. No se si ustedes también tiene vacaciones, pero en fin, feliz semana Santa, no se olviden de descansar y de divertirse.

Tercera persona

En Sutos, Grier había derrotado a todos los guardias del castillo abriéndose paso hasta el salón del trono, donde había dos guardias, vestidos con ropa similar a la de los piratas en las películas, y un hombre sentado en el trono, ese hombre llevaba una corona de oro y un abrigo violeta, tenía el pelo y la barba negras y una cicatriz de quemadura en el ojo derecho, haciendo que lo mantuviera cerrado.

-¿Cómo has conseguido pasar nuestras defensas?

Grier siguió avanzando tranquilamente.

-Muy fácil. Someteos a la Organización.

-¡Alto invasor!

Grier se colocó en medio de los dos guardias y estiró sus brazos, agarró las cabezas de los hombres y las chocó entre ellas. Los dos hombres cayeron al suelo inconscientes. Grier avanzó hasta colocarse enfrente del supuesto rey, este se mantuvo sentado.

-¿Qué vas a hacer conmigo?- Le pregunto con miedo.

-Dragonfist- Los puños de Grier brillaron intensamente.

-No por favor.

Grier se agachó un poco y agarró las patas del trono, las levantó tirando al hombre hacia atrás, luego lanzó el trono contra una de las paredes rompiéndolo en pedazos, se disponía a continuar machacando al usurpador, pero un hombre mayor, vestido con una túnica verde y blanca, sobre la que llevaba y chaleco corto de color violeta con una barba blanca y larga al igual que su pelo, salió de detrás de la pared en la que Grier acaba de lanzar el trono, llevaba una especie de corona diferente a la que llevaba el hombre del suelo, y un bastón de madera largo.

-No puede ser. Ya hace diez años-Grier miró al hombre que había dejado de esconderse.-Pero jamás te olvidare, Zant Grier.-Grier miró al hombre algo asombrado- Hijo de nuestro gran líder Zant Sutos.

La cara de Grier se iluminó al reconocer al hombre que tenía delante.

-¡Gobernador!-Grier se acercó al anciano.

-¡Santo cielo, eres tu! Había perdido la esperanza. Pensaba que Sutos siempre estaría acosada por la guerra.

-No tienes nada que temer, he venido a poner orden en nuestra tierra.

-A pesar del caos constante, un rayo de esperanza me hizo mantener algo a salvo, por si algún día volvías.

El Gobernador se dirigió a un cuadro del antiguo rey y lo quitó, detrás de este había una caja fuerte, el anciano giró la rueda introduciendo la contraseña para abrir la, cuando la clave se completó, la puerta brillo con una luz naranja y desapareció, dejando a la vista lo que ocultaba. Dentro había un cojín de terciopelo rojo con cuatro borlas doradas, una en cada esquina, sobre este había un amuleto dorado con una piedra azul en su centro y dos cuernos en la parte superior.

-Por favor acepta esto.- El anciano se acercó a Grier con el cojín es sus manos y se arrodillo frente a el- Es el amuleto de tu padre, Megatauro. Y con él, serás tú quien gobierne Sutos.

Grier extendió la mano y dejo que el poder del titan le absorbiese para formar vinculo, todo su cuerpo fue cubierto con una luz verde intensa.

Fuera del castillo la Organización había conseguido poner orden en el pueblo, a través de un sistema de megafonía informaba a los ciudadanos de que debían registrarse.

Electricidad, luz, fuego y hechiceríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora