Capítulo 31

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POV de Zhalia

Después de mi charla con Klaus, Dante me mandó un mensaje con una propuesta interesante, durante mi vuelta a casa estuve pensando sobre eso y que respondería, era muy tentador para mi misión, aunque tenía un inconveniente, más bien dos. En el vuelo a Venecia finalmente conseguí decidirme, y nada más llegar tomé un taxi en dirección a su casa, durante el trayecto le llamé.

-Hola Zhalia, ¿a qué debo este honor?

-¿Va enserio tu propuesta?

-Si. ¿Qué dices?

-Tengo un par de preguntas antes de responder.

-Te quedarías en mi casa, con Lok, Cherit y conmigo, por su puesto, Sophie suele pasar casi todo el tiempo allí, pero está entrenado con Lok, o jugando con él, y suelen salir a pasear muy a menudo. Tendrías que ayudar con las tareas de la casa como alquiler y de vez en cuando coincide que tengo que irme por trabajo y que Sophie no puede ir, por lo que tendrías que cuidar y entretener a Lok, normalmente con que le lleves al parque y/o le tires algo para que lo busque es suficiente. ¿Es respondido a todas tus preguntas?

-Te odio- Oí a Dante reírse al otro lado del teléfono.

-Entonces..., ¿aceptas?

-Si, acepto unirme a tu equipo.

-Genial, puedes venir cuando quieras, ya tengo una habitación preparada para ti.

-Perfecto, porque acabo de llegar a tu casa.

Con eso colgué y me bajé del taxi, tomé mi equipaje y me acerqué a la entrada. Dante abrió la puerta antes de que pudiera llamar. Me dejó entrar y me dio la bienvenida, subimos a la segunda planta y me enseñó la habitación en la que me quedaría, me instale mientras él preparaba algo de beber en la cocina. Una vez instalada bajé y me senté en uno de los sofás, Dante llegó con una bandeja con dos tazas de té y algo de picar, se sentó en el sillón de al lado.

-La casa está muy tranquila, ¿dónde están los mocosos?

-Sophie ha arrastrado a Lok a la biblioteca, y no les llames mocosos.

-Lo que tu digas. ¿Qué tal tus tres días sin dormir?

-Digamos que me alegro de volver a dormir.

-Supongo que tu primera siesta debió de ser muy larga.

-No más de lo normal, a pesar de no haber dormido, no estaba cansado. El libro que me regalaste ayudo. Se que el mundo mágico era y es un misterio para los humanos, pero de ahí a llamarlo infierno, el autor se excedió un poco.

-Puede que lo llamara infierno, pero no habla mal de ninguna criatura.

-Si supongo...

Dante y yo seguimos hablando del libro y de otros más durante toda la tarde. Pasadas las nueve y media, Dante empezó a volverse paranoico porque Lok no había vuelto a casa y el móvil que le había dado estaba apagado, viendo que no se tranquilizaba hice la cena y puse la mesa. A las diez de la noche Lok llegó a casa, se sorprendió al verme allí, y se alegró mucho pensando que tenía un nuevo compañero de juegos, idea que le quité enseguida, la emoción de Lok fue aniquilada por Dante.

-¿Dónde estabas?, llegas tarde.

-Tranquilo, solo me he retrasado unos minutos.

-Media hora.

-Uuppss. Lo siento.

-¿Podemos sentarnos a cenar?

Pregunté algo desesperada. Lok me siguió a la cocina y se sentó en uno de los lados de la mesa, Cherit se sentó sobre la mesa y Dante y yo enfrente de él, y siguió regañando a Lok.

Electricidad, luz, fuego y hechiceríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora