12... "Nada en mi defensa"

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Sus labios se movían suabemente sobre los míos. Me dejé llevar en las sensaciones que me abarcaron en ese momento.

Nos dirigimos al segundo piso del lugar. Que era (Sin lugar a dudas) mucho más calmado. Era un salón, mas parecido a un café en donde poder despejarse del ajetreo de la primera planta. Las paredes blancas, el piso en madera oscura. La iluminación era bastante escasa y habían plantas colgantes en cada esquina. Sobre las mesas habían un par de velas decoradas y un ventanal que daba hacia de pared.

Nos sentamos en una mesa cuyo asiento era un gran sofá.

-¿Por qué mde besaste?- le pregunte viéndolo. Mi pulso se aceleró considerablemente cuando fijó su mirada en mis ojos.

-¿Por qué no?- su miradada variaba de mis ojos a mis labios- ¿Acaso te molesto?

-Estoy lejos de eso- dije y lo besé.

Un par de segundos después de que nos separamos me recoste en el hueco de su cuello. Justo entre la clavícula y su pecho. Sus manos pasaron a mi torso. Su mano izquierda acariciando mi espalda suavemente. Escuchamos un grupo de personas acercarse al lugar... Y un nombre mató el momento.

-¡Hey Chris! Es aquí

-¡Voy!

Me levanté del pecho de Michael y alse la mirada.

-¿Qué sucede?

-Nada yo...- la mirada de Chris conectó con la mía y sus ojos se abrieron. Por un minuto me recordó a un ciervo encandilado.

-¿¡EMMA!?- se acercó a la mesa en un par de pasos- ¿¡QUÉ TE DIJE?!- iba a contestar cuándo me cortó. Michael me miró desorientado y me levante de la mesa.

-¡TE DIJE QUÉ NO VINIERAS!

-¡Chris!

-¡CHRIS NADA! ¡NOS VAMOS!

-No. No quiero!

Chris me tomó de la cintura y me cargo cual saco de papas. Recorrimos el local hasta la salida y me lanzó dentro de su auto. Seguramente me sermonearia.

-Te lo dije!Te dije que no vinieras y...

Dejé de prestar atención a media frase. En mi mente aun se repetían los echos de hace un par de minutos atrás. Michael, yo, el beso. Dirigí mi mirada a la ventana y el bloqueo mental se fue de mi mente. Estábamos a 3 calles de mi casa y Chris seguía molestando.

-¿¡Siquiera me estas prestando atención?!- giré mi rostro y sonreí de lado. Chris detuvo el auto en la entrada- ¿Ahora qué? ¿Tienes algo para decir en tu defensa?

-No- volví a senreir como estúpida- nada de echo.

-¡¿Encerio?!

-Chris...

-¡¿QUÉ?!

-Lo besé. Besé a Michael.

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