Cuando desperté, él estaba dormido boca abajo y conmigo sobre él. Lucía muy tierno dormido. Se veía en calma, como si nada pudiera perturbarlo.
Me quedé con él un par de minutos más. Pero cuando me estaba quedando dormida nuevamente, se giró y quedo sobre mi. Me estaba quitando el oxigeno.
-Michael!- dije dándole un golpe- muévete Clifford!- se giró, y me abrazó por la cintura.
-¿Mejor?- pregunto dándole un beso a mi cuello. Me giré, quedando frente a él- mejor.
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Luego de haber descubierto que Michael era buen cocinero, caminamos a casa de Alicia. Y fue la mejor sensación en todo el mundo. El fresco del día, y el calor de su abrazo. Nada podría superar esa sensación. Excepto claro, acostarme con él.
Cuando llegamos, Alicia nos abrió. Saludó a Michael y luego se fue. Nos sentamos en la mesa de la cocina para luego traer unas tazas con café.
-¿Qué tal tu noche cariño?- pregunto viéndome, sonreía con una cara que decía: Lo sabía. Encendió un cigarrillo, y le dio una larga calada.
-Bien- reí y estire mis brazos- muy bien de echo. Rió y le dio otra calada al cigarrillo.
-¡Emma!
-¡Chris!- dije abrazandolo.
-¿Dónde estuviste anoche, niña?
-Con unas amigas- dije riendo a la vez que me rascaba el cuello.
-Y al parecer a una a la que le gusta Metallica- mi rostro se enrrojecio, y Chris rió, la muy perra- sólo di que tuviste sexo salvaje con Michael y ya.
-Bien- alze mis hombros y respiré profundamente- anoche me quedé con Michael y tuvimos sexo salvaje toda la noche.
-No vas a salir nunca más hasta que cumplas veinte años- dijo serio bebiendo café de la taza de Alicia.
-¿Qué? ¿Por qué?- dije apuntandolo con la taza.
-Al principio creí que era chiste, pero, si de verdad se acostaron...
-Chirs, tengo dieciocho años, puedo hacer lo que quiera.
-Mi casa- dijo señalando las paredes- mis reglas.
-Técnicamente, ésta- intervino Alicia- es mi casa. Y tu tampoco eres muy virgen Christian. ¿Cuándo fue? ¿A los dieciséis?- dijo Alicia tomando su taza de manos de Chris.
-¡Mamá!- dijo haciendo pucheros- ¡Eso es distinto!
-Nada Christian- se giró en mi dirección- sólo dime que por amor a Dios usaste condon.
-Si, pero en todo caso, nuestros hijos serían hermosos.
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Something I Need
FanfictionCasi nunca nos hablábamos, solo nos veíamos, algo que con suerte sucedía. Siempre llevaba un suéter negro de lana, o alguna camisa ancha. Su cabello ondulado a veces suelto, con las puntas decoloradas; a veces teñidas de algun color o de lo que qued...