Jungkook supo antes de abrir sus ojos, que Jimin se había marchado.
Además de no sentir la cama aplastada con el peso del cuerpo de Jimin, Jungkook sentía frío.
Jimin lo había mantenido caliente durante toda la noche, con sus fuertes y grandes brazos envueltos alrededor de él.
Al abrir los ojos, se dio la vuelta al otro lado de la cama. Todavía podía oler el aroma de Jimin en la almohada bajo su cabeza y sentir el calor persistente dejado por su cuerpo en las sábanas.
Cuando Jungkook se enroscó alrededor de la almohada y respiró hondo para tomar más del olor de Jimin, se preguntó cuánto tiempo le había tomado a Jimin el recoger sus cosas e irse. Además del olor que dejó atrás, no quedaba nada en la habitación que le dijera que Jimin había estado allí.
Jungkook giró la cabeza, mirando el oro y la plata de su anillo de bodas. Rodó sobre su espalda, sosteniendo su mano delante de su cara. Movió la mano sólo un poco hacia atrás y hacia adelante, viendo la luz brillar en la sortija.
Realmente era un hermoso anillo. A él le encantó desde el momento en que Jimin se lo dio. No quería que saliera nunca de su dedo. Quitárselo era como admitir que su matrimonio había terminado. Pero, tal vez había llegado el momento.
-Después de todos los problemas que pasé para conseguir ese anillo, Liebling, ciertamente espero que no estés pensando en quitártelo -dijo una voz profunda detrás de él.
Jungkook rápidamente dio la vuelta y se sentó. Se echó hacia atrás apoyando sus manos en la cama mientras miraba a Jimin en estado de shock. Éste se apoyó en el marco de la puerta, con los brazos cruzados sobre el pecho.
Parecía algo casual, cómodo, algo que Jungkook definitivamente no sentía.
-Jimin -susurró Jungkook. Su corazón martilleaba en su pecho. Esperaba que Jimin se hubiera ido, para no verlo nunca más. Su mente no podía comprender por qué aún estaba en su dormitorio.
-Bueno, al menos te acordaste de mi nombre esta vez. -Jimin se río entre dientes mientras caminaba por la habitación directo hacia la cama.
-Jimin, ¿qué...?
Las palabras de Jungkook quedaron atrapadas en la garganta, cuando Jimin se sacó su ropa, dejándola caer al suelo. Jungkook se sentía demasiado aturdido para moverse cuando Jimin se arrastró sobre la cama, moviéndose lentamente hacia él hasta que se colocó entre sus piernas.
- ¿Qué estás...?
-Yo tenía algo que ir a cuidar, pero ahora estoy de vuelta, Liebling -Jimin le susurró mientras se inclinaba para besar a Jungkook.
- ¿Qué estás haciendo aquí? -preguntó Jungkook con confusión.
-Tú estás aquí. ¿Dónde más podría estar? - preguntó Jimin mientras besaba la mejilla de Jungkook hasta su mandíbula, dejando un rastro de besos en su camino. Las manos de Jimin le acariciaban la piel y jaló la sábana alrededor del cuerpo escondido de Jungkook.
Jungkook estaba muy confundido. Jimin se comportaba como lo hizo la noche en que se casaron. Jungkook no se quejaba, pero él no entendía por qué actuaba de esa manera. Lo último que recordaba con claridad era a Jimin exigiéndole que admitiera que no estaban casados. Después de eso, el resto de la noche había estado llena de placer sin sentido.
-Jimin, espera -dijo Jungkook mientras empujaba su cabeza-. ¿Qué está pasando? ¿He estado bebiendo otra vez?
-Oh no, Liebling. Si tengo algo que decir al respecto, nunca tocarás el alcohol de nuevo. Quiero que recuerdes cada momento que pasemos juntos. -Jimin se rió entre dientes mientras trataba de inclinarse para besar a Jungkook de nuevo.
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Su Toque Gentil ✧ Jikook
FanficNo encontraba al hombre de mis sueños, aquel que tendría que robarme suspiros por pequeños detalles, sacarme risas coquetas por sus ocurrencias, aquel que me haría anhelar su presencia y extrañar su esencia. Hasta que lo conocí, quizá por obra del d...