El ascensor se detuvo, abrió las puertas, y se alejaron en dirección hacia las puertas dobles al final del pasillo. Hoseok estaba junto a la puerta esperando. Se giró hacia ellos, sonriendo.
-Sr. y Sr. Park, ¿están listos para cumplir con su adorado público?
Jungkook resopló.
-No será tan malo, Jungkook, te lo prometo. He estado en cientos de estas cosas con Jimin. Sólo recuerda dos cosas. Una, que ahora estás casado con uno de los hombres más ricos del país y eso te hace más rico que el pecado. -Hoseok se echó a reír-. Y dos, Jimin te ama y está haciendo esto para que no haya más preguntas acerca de con quién se ha casado. Dudo que realmente diera un comino a lo que piensan cualquiera de estas personas.
-También es necesario recordar la pequeña charla que tuvimos con Hoseok la semana pasada -cortó Jimin-. No vayas solo a ninguna parte, incluso si tienes que ir al baño. Siempre dime a mí o a Hoseok dónde vas a estar en todo momento.
-¿Incluso en una fiesta para nosotros en el hotel? - preguntó Jungkook con duda.
-Incluso entonces. Aunque hay seguridad en las puertas y en toda la habitación, siempre hay alguien que puede colarse de alguna manera. Uno nunca puede bajar la guardia, Jungkook -dijo Hoseok-. Tomará algún tiempo acostumbrarse, lo sé, pero es importante que sigas nuestras instrucciones.
A Jungkook no le gustó, pero asintió de todos modos. Era extraño pensar que tenía que mirar siempre por encima del hombro por si alguien pudiera estar detrás de él. Él sólo quería a Jimin. Le importaba un bledo todo lo demás que venía con lo que quería.
-De acuerdo, de acuerdo, lo entiendo. Me adhiero a los dos como pegamento y no debo andar por ahí sin escolta.
Jimin tomó a Jungkook por el brazo. -Jungkook, esto no es cosa de risa.
-¿Me ves riendo? -Sonrió Jungkook.
-Jungkook -gruñó amenazadoramente Jimin.
-Jimin, lo entiendo. Entiendo lo que Hoseok y tú han estado tratando de meter en mi cabeza desde hace un par de semanas. -Jungkook sacó su brazo lejos de las manos de Jimin y se alisó los cabellos de su frente-. Eso no significa que me tenga que gustar.
-Jungkook -Jimin comenzó. Jungkook se acercó y apretó el dedo contra los labios de Jimin para hacerlo callar.
-Está bien amor. Voy a seguir las reglas, aunque me queje sobre ellas.
Miró pasando por Jimin para buscar a Hoseok. - ¿Supongo que todavía se me permite quejarme?
Hoseok se rió, asintiendo. -Sí, se te permite quejarte. Eso incluso se fomenta.
Jimin miró fijamente a Hoseok. -No estás ayudando.
Hoseok levantó las manos. -Dije que protegería a Jungkook de cualquier daño. Yo no he dicho nada sobre cómo protegerte a ti de Jungkook.
Jungkook sabía que él había ganado la pequeña discusión que parecían tener, cuando Jimin dejó escapar un gran suspiro y dejó caer la cabeza en su pecho.
Probablemente no debería burlarse de las preocupaciones de Jimin. Eran válidas, pero Jungkook estaba teniendo dificultades para adaptarse a tener un guardaespaldas.
-Está bien, amor, basta de esto. Pon una sonrisa en los magníficos labios que tienes y vamos a ver si puedo evitar situaciones embarazosas para nosotros con mi actitud maleducada de los barrios bajos.
-Jungkook -Jimin dijo comenzando a avanzar rápidamente.
-Relájate, hombre grande, sólo estoy bromeando. - Jungkook se giró hacia las grandes puertas dobles detrás de él. Podía oír el ruido de la multitud que esperaba por ellos más allá de las puertas. Jungkook tragó saliva-. Tal vez.
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Su Toque Gentil ✧ Jikook
Fiksi PenggemarNo encontraba al hombre de mis sueños, aquel que tendría que robarme suspiros por pequeños detalles, sacarme risas coquetas por sus ocurrencias, aquel que me haría anhelar su presencia y extrañar su esencia. Hasta que lo conocí, quizá por obra del d...