Corona Rota [Mericcup & Jelsa]

Capítulo IV. El Jinete y el Dragon Lord. Parte I

Los chicos ya se hallaban en la puerta de la cabaña, despidiéndose de la talladora de madera. Merlín antes de seguir su camino, preguntó con intriga a la anciana.

-¿Por qué fue que todos los magos se asentaron aquí?, O en el bosque encantado. - Jack percibió el tono en el chico, era ese sentimiento de estar solo de alguna forma.

La vida de Merlín fue algo similar, crecer en Camelot, en especial cuando Uther era Rey. Se suponía que las personas con magia habían sido expulsadas hace mucho, pero Merlín nació con esos dones. Probablemente de su ausente padre, que nunca conoció; su madre siempre se negó a hablar de él y entre los dos guardaron el secreto de su magia.

-Para empezar, el Rey Fergus y los lords no creen en la magia. Para ellos somos un montón de locos que adoran a la naturaleza. Piensan que son trucos baratos, así que les da igual lo que hagamos siempre que no interfiera con asuntos del reino. -Nerys sonrió al recordar sus pócimas convierte osos que había entregado ya a dos miembros de familias nobles. -Además la mayoría de los druidas siguen las reglas, y hay una especie de tribunal en donde juzgamos a los que no las siguen, pues la magia debe ser manejada con responsabilidad. Pero los que practican la magia fuera de ese círculo no suelen seguir las reglas; y para desgracia de Uther, la mayoría se asentó en su reino y los reinos sajones. Uther perdió a su esposa cuando estas personas atacaron para hacer saqueos en Camelot, desde entonces prohibió la magia y condena a la hoguera a cada practicante, lamentablemente mató a muchos hechiceros inocentes, incluyendo niños...

-Y esos magos... los que no tienen escrúpulos se fueron al bosque encantado, un lugar sin reglas.- completó Jack, después de todo tuvo malos encuentros con esos seres.

-No hay maldad en la magia, sino en el corazón de las personas. Por unos cuantos pagaron todos -dijo la anciana. -El Rey Fergus, Lord Macintosh, Lord McGuffin y Lord Dingwall no estaban de acuerdo con la severidad de esos castigos que Uther imponía, así que dejaron que viviéramos en sus Tierras, y en agradecimiento el tribunal de magia se encarga de que malas personas que practican la magia no causen estragos en este reino. Entonces Las Tierras Altas rompieron su alianza con Camelot. Ninguno ha atacado al otro, pero me temo que todo se nos está saliendo de control...

-¿Es por el secuestro de la princesa Mérida? – pregunta Jack.

-Sí, esa era magia muy poderosa, sospecho que de El Ser Oscuro: Rumplestiltskin... oh, me gustaría sentarme con té y galletas a contarles más sobre nuestro mundo mágico, pero hay una chica que necesita su ayuda. – La anciana les dio provisiones a los jóvenes y esperaron al gran dragón para que los llevase a la costa más cercana a Berk.

Probablemente pasaron cerca de treinta minutos en el vuelo con el dragón, y otros veinte cuando tomaron un bote para acercarse a las costas y no provocar revuelo si había vigilantes. Una vez en tierra, el mago preparó un brebaje mientras Jack paseaba de un lado a otro.

- ¿Vas a beber eso? Se ve asqueroso.

- Sabe peor de lo que se ve, pero es lo que tenemos. – El joven de ojos cafés bebió el líquido verdoso, aguardaban unos momentos y en su rostro comenzaron a aparecer arrugas notables, sus ojeras se marcaron más y en algunas partes la piel comenzó a colgar. Sus cabellos negros se tornaron blancos.