Corona Rota [Mericcup & Jelsa]

Capítulo XII. Un frío corazón

"Oh Anna, si tan sólo hubiera una persona en esta habitación que te amara"

Años atrás...

Era una tarde normal de verano y la brisa chocaba contra los ventanales del castillo de las Islas del Sur,  donde en una de las torres la reina Anja, segunda esposa del Rey, daba a luz a su primogénito.

-Un poco más su majestad. -Con un último intento, la Reina cayó agotada y llantos inundaron la habitación.

-Es un varón. - una mujer de avanzada edad le entregó al pequeño ser envuelto en sábanas finas. Esa tarde fue testigo de la llegada del treceavo heredero.

-Hans... ese es tu nombre. – Anja sujetó la pequeña mano de su hijo.

La matrona dio las nuevas noticias a su rey, y unas cuantas advertencias.

-La salud de ella empeorará, mi Rey. Se lo advertí, no podrá tener más partos... a no ser que encontremos la flor del Sol.

-No, nada de magia.- soltó en seco. -¿Cuánto tiempo? – preguntó el Rey en un tono algo frío.

-No lo sabemos, pero a partir de aquí no más embarazos. - el Rey agachó la cabeza con pena, no por el hecho de no poder tener más hijos, sino el saber que ella se iría; pero eso no importaba mucho al final, él tenía que cumplir una misión.

[...]

La vida del nuevo heredero no fue nada fácil, en especial en un país donde aplicaba la ley del más fuerte, y siendo el menor de todos sus hermanos, era típico encontrarlo con raspones, ojos morados y otras heridas.

El Rey Caleb nunca fue una figura paterna para su hijo, muy por el contrario, llegaba a recibir desprecios por parte de su progenitor, al punto de olvidar su existencia y no considerarlo para reuniones importantes, sólo siendo una persona más para rellenar el gran salón.

Los gemelos Rudi y Runo eran quienes solían aprovecharse de él todo el tiempo, el resto de los hermanos que eran menores que los gemelos seguían con los rudos abusos puesto que nadie quería estar en su lugar. En cambio, los hermanos más grandes a los gemelos, solían estar ocupados en sus estudios y entrenamientos, así que Hans siempre sobraba y era sólo otro niño molesto a quién preferían ignorar o alejarlo con frases: "Largo de aquí, molestía", "Ve a jugar a otro lado, no me dejas trabajar"

El único hermano que era amable con él, era Lars, el cuarto hijo del rey, pero este era nueve años mayor y por consiguiente tendría muchas actividades que hacer.

[...]

-Vete de aquí, Hans. - Decía Runo .