Elige, Si Puedes (Los Merodeadores X Tú) "En Pausa"

Capítulo 22 El Día Que Volví A Cometer El Mismo Error

La mañana de Navidad me desperté muy temprano para poder entrar en la habitación de los chicos sin que me vieran. Bajé las escaleras hacia la sala común y no había nadie, eso era buena señal. Subí hacia su habitación y abrí la puerta sin hacer ruido. Los dos estaban aún profundamente dormidos y tapados hasta los ojos. A los pies de la cama de James pude ver otros regalos, como los de nuestros padres, el de Sirius, él de Peter. Pero cuando me Giré a ver los de Sirius solo había dos, el de Peter y el de James. Me sentí mal por él pero solo pude hacer una cosa, deje mis dos regalos junto con los otros.

Luego hice lo mismo con James, fui hacia su cama y los dejé a un lado de los otros. La verdad es que yo también tenía regalos por abrir pero decidí esperarme a que ellos despertarán. Pero cuando me giré para irme instintivamente mis ojos miraron hacia la cama que había entre los dos. No sabía muy bien que hacía ya que mi plan era dejar los

regalos vestirme y ir a la sala común a leer. Por alguna razón la ausencia de Remus y de sus regalos me impactó. Remus aparte de haber abierto los regalos y haberlos guardado también había hecho la cama como si jamás hubiera dormido aquí. Pero había un detalle

que delataba su existencia, una entrega original de los cuentos de Beedle el Bardo. Me senté sobre su cama mirando hacia Sirius y cogí el libro y lo abrí por la página que él tenía marcada, lo normal habría sido que mirara que cuento estaba leyendo pero me quedé absorta mirando el punto de libro, había puesto el trozo de pergamino que yo había escrito pero él había añadido algo al final.

Me acordé de ti al verlo, por eso deberías quedarte lo. P. D: Me habría gustado dártelo en persona pero no pude. Lo siento.

Firmado: Potter.

Realmente ese gesto no era para tanto pero saber que había escrito el resto de mi apellido, significaba que él sabía que yo Le había enviado el regalo y descubrir que aún así estaba usando el pergamino como punto de libro, para mi solo significaba una cosa,que no lo había perdido. Pasé el dedo por encima de lo que él había escrito un par de veces hasta que una lágrima de felicidad cayó sobre el pergamino. Intenté quitarla o disimularlo pero quedó allí incrustada como una gota de tinta. Decidí cerrar el libro y rezar porque no lo notara. De golpe escuche un ruido detrás de mí, me giré y vi que James se movía. Supuse

que en cuanto se levantara haría despertar a Sirius así que me levanté silenciosamente y me fui a mi habitación a vestirme. Me puse ropa cómoda y que abrigar a bastante ya que el invierno estaba empezando. Cuando acabé de arreglarme cogí los regalos que seguían cerrados y los llevé hasta la habitación de los chicos. Antes de entrar llamé a la puerta por si se estaban vistiendo y no querían que entrara. Casi al instante me abrió la puerta Sirius con una sonrisa.

-Feliz Navidad TN. - dijo apartándose para que pasara.

-Igualmente Sirius- dije devolviéndole la sonrisa.

-Bien ya estamos todos podemos abrir los regalos. - dijo James impaciente. Asentí silenciosamente mientras me sentaba al lado de Sirius. Peter nos regaló a todos lo mismo, unos dulces y algunas bombas fétidas. Y a James y a mi nuestros padres nos enviaron ropa nueva. Sirius mientras nosotros mirábamos nuestros regalos él abrió el de James, era una cámara de fotos junto con un álbum para guardarlas. Ese regalo era bastante acertado realmente idóneo. Mientras ellos miraban las instrucciones yo abrí el regalo de Severus, era un caldero nuevo, realmente tampoco podíamos hacernos regalos muy personales ya que no éramos tan íntimos. Luego abrí el de Lily era una pequeña caja a la que ella había puesto un hechizo para que sólo se abriera con mi voz, era bastante útil realmente. Luego abrí el regalo de Mike había una carta diciendo que me echaba de menos y una caja de bombones explosivos. Me resultó extraño ver que Mike era bastante bueno para expresarse en cartas ya que cara a cara Le costaba encontrar la palabra idónea. Cogí una pluma que tenía cerca y me apunté en el brazo