DENAN

CAPÍTULO 11

— No entiendo a qué te refieres Yon; Daniel solo se comporta así porque no tuvimos buenos encuentros; pero, no hay nada por lo que tengas que preocuparte.

— Okey, creeré en ti—mi respuesta no es totalmente segura; pero, si Jinu dice que no me preocupe no lo hare, no lo sé; pero, confió en él.

Cuando termino mi conversación con Jinu sobre Daniel, le pedí algunos datos sobre donde iremos; pero, no quiso decirme nada según el seria favoritismo; pero, bueno en el viaje hare que este conmigo durante todo el día.

Hoy mis clases terminaban temprano, por lo que ya me dirijo a casa, no vi a Daniel en la puerta, él siempre me esperaba allí para volver juntos; pero hoy no lo vi.

Me coloco los audífonos para escuchar algo de música, cuando siento que algo me jala por la cintura, y cuando volteo era Daniel quien me estaba abrazando mientras me colocaba detrás de él.

— ¿Qué rayos te sucede, Daniel? — le grito y no me doy cuanto que había otro hombre parado frente a nosotros que no me quitaba la mirada de encima.

— Dylan, tu sabes que hay un acuerdo ella puede estar aquí, así que será mejor que te vayas—Daniel lo fulmina con la mirada.

No sé qué está pasando; pero, el tal Dylan no me deja de fulminar con la mirada; es un hombre que no pasa los 25 años tiene el cabello castaño oscuro y unos grandes ojos de un color medio verde; pero, con el reflejo del sol parecen medios dorados. Su figura en si no me estima confianza, por lo que pongo me protejo escondida detrás de Daniel.

— Esos acuerdos, no tiene sentido ella debe estar con los suyos, no aquí — dice eso con rabia y se va acercando cada vez más; como es que nadie ve esto y llama a la policía, cuando pienso esto, miro a mi alrededor y me doy cuenta que no hay nadie es como si nosotros tres fuéramos los únicos habitantes, hay una especie de aire helado que me causa escalofríos.

— Ella tiene el permiso del más poderoso, tus palabras nunca valdrán más que las de él — le grita Daniel

— La única razón es porque son hijos de Haniel; pero, no pasara mucho para que el grande piense bien en sus actos dándose cuenta que ella es un error—responde

— Si algo pasa con ella, lo mismo será para mí y tú sabes que eso no es conveniente—dice Daniel

Después de las palabras de Daniel, se forma en el cielo una gran barrera que desprende una luz cegadora, es tan brillante que no me permite ver que del cielo desciende un hombre celestial que tiene en su espalda dos hermosas y gigantes alas blancas.

— Que haces aquí Dylan, no tienes el permiso de estar aquí, será mejor que vuelvas—dice el hermoso ser descendiendo del cielo.

— Con el respeto que usted merece señor, solo digo la verdad y lo justo—dice Dylan haciendo una reverencia hacia el maravilloso ser.

— Esto, no concierne tu permiso por lo que será mejor que te marches, tú sabes que el poderoso es misericordioso; pero, tu desobediencia ha llegado demasiado lejos—responde.

Al decir eso de la espalda de Dylan se desprenden dos alas blancas un poco más pequeñas que de las del otro ser y con ellas sale volando hacia el cielo.

— Daniel, estas cumpliendo bien tu labor, así que no falles — le dice el gran hombre acercándose a nosotros.

Sé que no debo sentir miedo; pero, su presencia causa en mi un poco de temor su alto cuerpo viene acompañada con un rostro hermoso con unos ojos azules que desprenden compasión.

— Me presento, soy Haniel un arcángel del reino de los cielos y tu ...-es interrumpido por Daniel

— Protector-completa Daniel—si no lo conoces, él es el encargado de solucionar los problemas y brindar amor a los hijos de Dios.

— Sí, claro — dice la gran criatura y vuela hacia el cielo—Daniel, el poderoso te está buscando así que tienes que venir conmigo.

— Pero no puedo dejarla sola—dice Daniel sosteniéndome

— No te preocupes antes la llevaremos—apenas dice eso de Daniel se desprenden dos grandes alas blancas; vuela junto a Haniel y me lleva en sus brazos. Yo me asusto y lo sostengo; pero, a medida que subimos me voy quedando dormida, hasta que lo único que recuerdo es estar en mi cama y tener a mi lado una gran y hermosa pluma blanca.