A veces no tan imposible

Prólogo.

Bueno. No quiero comenzar como todas las historias, con un "Hola, me llamo Lea". Pero en verdad no puedo pensar en otra forma para comenzar. Así que.

Hola, me llamo Lea. Y soy una estudiante normal de un colegio normal. Tengo una estatura normal y un peso normal. Mi pelo es corto, castaño, un poco claro, lo contrario de mis ojos, negros como la noche misma.

Me encuentro un poco sola, pues solo tengo una verdadera amiga dentro de todo el colegio. Se llama Haru. La gente dice que su nombre es un poco raro. Y quizás sea así, pero a mí siempre me encantó. Es precioso. Ella es más alta que yo, le llego por la nariz. Siempre se burla de mi estatura, pero yo estoy bien como estoy. Tiene el pelo que siempre quise, largo y ondulado. Tiene mechas rubias y se le notaba gracias a que tiene el pelo negro. Sus ojos son color marrón claro, casi verde, tapados por unas gafas que le quedan muy bien. Mi mejor amiga es realmente bonita. Pero los de nuestro colegio no saben apreciar nada. Porque Haru tiene un corazón de oro. Las dos somos... Un poco normales como para enamorar a alguien. No tenemos ni muchos pechos ni mucho trasero, por lo que pasamos desapercibidas entre todos los de nuestro colegio. Y sinceramente, se está mejor así.