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Me encontraba en mi habitación mirando mi móvil, como muchas veces hacía cuando no tenía nada que hacer, cuando me llegó un mensaje al grupo que habíamos creado todas juntas.

Blanca ha enviado un mensaje a Without name girls:3

"Hola..."

No me había dado cuenta de que en dos días tuve setecientos mensajes y pico del grupo. Amaba que hablaran tanto, porque eso significaba que había buena relación entre todas. Yo no solía coger mucho el móvil durante la semana, por lo que no podía hablar todo lo que me gustaría en el grupo. El grupo se llamaba de esa manera ya que no sabíamos qué nombre ponerle, y se quedó ese que nos gustó a todas. 

Mayra: Hola ricura.

Blanca: ...

Ariadna: ¿Pasó algo?

Lucía: ¿Estás bien?

Blanca: No... 

Miré la pantalla de mi móvil con cierto fastidio. ¿Otra vez la había pasado algo? Bueno, era importante que estuviera bien. Me sentía mal porque en vez de ayudarla, estaba preguntándome por qué le ocurrían tantos problemas a esa chica que conocía desde hacía tantos años. 

Yo: Blanca, ¿Qué pasó?

Martita te ha enviado un mensaje.

Abrí el privado de Marta, extrañada de que no hablara por el grupo. 

Martita: ¿Qué pasó esta vez?

Marta cuando quería podía ser muy directa y cortante, pero con nosotras era realmente un ángel. En poco tiempo le había cogido un cariño enorme.

Le respondí con un "No sé, espera a que cuente" y volví al chat del grupo. 

Mayra: Blanca, dinos ya lo que ocurre. 

A Mayra era muy fácil preocuparle cuando se trataba de Blanca. La quería muchísimo, se hicieron muy cercanas, por lo que no dejaría que nada le pasase, a pesar de que tuviera tantos problemas.

Blanca: No estoy comiendo bien...

Se notaba de lejos. Blanca era una chica extremadamente delgada, pero jamás pensamos que tuviera problemas alimenticios. 

Mayra: Come.

Blanca: No quiero y no puedo.

Hermanaa(Haru): Tienes que comer, Blanca.

Y ahí se produjo una larga conversación de Mayra y Haru obligando a Blanca a comer, mientras que la contraria se negaba. Marta no aparecía por el grupo, pero me habló al privado.

Martita: Pero venga ya.

Yo: ¿Qué pasa?

Martita: La semana pasada el primo estaba en el hospital, luego su abuela entró en coma, su primo lejano de Brasil se murió porque le atropellaron, su hermano pagó a las personas que le hacían bullying para que matasen a su mejor amigo... ¿Estás ciega, Lea?

Leí el mensaje como diez veces. No tenía ni idea de nada de eso, pero luego cuando fui a revisar los setecientos mensajes que no había leído ya que eran demasiados, confirmé lo que mi amiga me decía. ¿Qué mierda?

Le respondí diciéndole que quizás sea poco creíble pero que no podíamos decir nada ya que a lo mejor nos estaríamos burlando de algo que podría ser real. 

Mayra tampoco tardó en hablarme al privado. 

Mayra: Lea, ¿puedo hablar contigo?

Yo le mandé una respuesta afirmativa. Su mensaje tardó como veinte segundos en llegar, lo que me sorprendió, porque realmente parecía que era un tema un tanto importante. Seguramente sería sobre Blanca. Pero... ¿No?

A veces no tan imposible Donde viven las historias. Descúbrelo ahora