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A la mañana siguiente me había levantado a las once de la mañana, dando gracias a Dios que fuera domingo, pues me dolía horrores la cabeza. A veces me pasaba que cuando me levantaba me comenzaba a doler la cabeza. No se me iba en todo el día, pero era soportable. Me quedé mirando al techo de mi habitación, pasando mis manos por mi alborotado pelo. No tenía ni la más mínima idea de lo que había pasado horas antes, a la noche. Quizás mi cerebro decidió eliminar esas imágenes por un breve tiempo. Suspiré y me encaminé al baño, a lavarme la cara. Me miré en el espejo y vi que tenía las pestañas un poco levantadas. Tenía las pestañas tan largas que siempre que lloraba, se me levantaban de tal manera que parecía que tenía maquillaje. Me lavé la cara como había dicho y suspiré. No me quité el pijama y volví a acostarme en mi cama. ¿Qué me había pasado la noche anterior? ¿Por qué había llorado por una tontería como aquella? ¡Si era mi amiga! ¿Cómo es que me dolió que me dijera que estaba enamorada de otra persona? Suspiré y me tapé la cara con las manos. Luego de un buen rato mirando a la nada, miré mi móvil apagado en la mesilla. ¿Debería encenderlo? Sí. Me arrodillé en la cama y me moví de esa manera hasta poder coger mi móvil. Apreté el botón de encendido hasta que se encendió. Nada más poner la contraseña, me comenzaron a llegar muchísimos mensajes. Eran prácticamente todos del grupo de las chicas, que había unos doscientos mensajes. Abrí el chat y comencé a leer.

Hermanaa(Haru): ¿Alguna despierta a las 2 de la mañana?

Miré la hora del mensaje y efectivamente, eran las 2 de la madrugada cuando envió ese mensaje. Suspiré, siempre hacía lo mismo, se quedaba hasta tarde y luego no podía ni moverse al día siguiente. Seguí bajando los mensajes y efectivamente, había más personas despiertas a esas horas.

Mayra: Yop.

Lucía: Yo también :)

Hermanaa(Haru): :D

Blanca: Hola.

Ariadna: Yo también estoy despierta.

Hermanaa(Haru): Pues faltan dos, una duerme todo el día y la otra no sé qué está haciendo. 

Lucía: ¿Y por qué estáis despiertas?

Ariadna: Yo porque estaba viendo la televisión, ¿vosotras?

Blanca: Um... Porque sí.

Hermanaa(Haru): Yo estaba leyendo, como siempre.

Rodé los ojos sonriendo.

Mayra: Yo porque estoy pensando algo mucho y no me deja dormir.

Torcí los labios pudiendo adivinar el qué. No, Lea, no te duele.

Comenzaron a hablar de cosas como que qué leían, qué películas veían, donde las protagonistas de la conversación eran principalmente Lucía y Haru, que no se cansaban de llenar el chat a mensajes. 

Hermanaa(Haru) te ha enviado un mensaje.

Miré la notificación en la pantalla de arriba de mi teléfono y abrí el mensaje de mi mejor amiga.

Hermanaa(Haru): Hey tía, a la tarde voy a tu casa con Lucía. No te estoy preguntando, lo estoy afirmando.

Reí leyendo el mensaje de mi amiga. Fui a avisar a mis padres y ellos no tuvieron problema ya que justo esa tarde debían ir a recoger algo a casa de nuestros abuelos. Mandé un mensaje diciéndole a Haru que sí que podían venir, que estaría sola en casa con mi hermano. Ella se puso feliz y su felicidad, a pesar de ser por mensajes de texto, se me transmitió al instante. Me vestí a ropa de estar por casa, una camiseta de manga corta larga y fina de color lila y un pantalón cómodo corto. 

A veces no tan imposible Donde viven las historias. Descúbrelo ahora