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mini-historia

de tres capítulos cortos

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emociones

Las clases terminaron demasiado pronto ese día, por lo tanto los alumnos podían retirarse hacia los edificios de dormitorio. Seguramente la mayoría de la 3A saldría a pasar el rato en cualquier otro lugar, lo que sea, no importaban mucho después de todo.

A Katsuki lo invitaron a salir, pero esa tarde se encontraba tan aburrido que se negó sin griterío de por medio, Kirishima le insistió mucho, aun así se negó. Extrañamente se sentía triste, pero ni el mismo sabía eso, o por lo menos se negaba a aceptar esa parte de si, no quería ser sentimental.

Paso un largo rato en su habitación mirando hacia la nada, sentía ganas de llorar, y todo era culpa e aquel peliverde, la garganta le ardía y un nudo empezaba a formársele, se negó a derramar una lagrima, salió de su habitación tal y como se encontraba; con la camisa completamente desabotonada mostrando pate del pecho y el abdomen, debajo de este llevaba el pantalón desacomodado, caminó casi descalzo por el pasillo hasta llegar al ascensor, el estómago le estaba reclamando comida.

Saco un sándwich del refrigerador, no hizo caso de aquella nota que se encontraba en el empaque "propiedad de Denki, no tocar", le dio una mordida, se pasó masticando aquel trozo de pan demasiado tiempo.

- Mierda –mascullo con la boca llena, el nudo en la garganta no le permitía tragar, lo escupió todo y se limpió la boca con el antebrazo, abrió nuevamente el refrigerador y de la parte superior saco una botella de agua, y sin poder rendirse, con la otra mano levantó el resto del sándwich que aún se encontraba sobre la barra y la comió.

Comía y bebía casi como si le estuviesen obligando, las lágrimas que tanto se negó a mostrar se le estaban escapando empapando por completo su rostro, Katsuki olvido todo, y se dedicó a no contener sus gritos, la botella de la que se encontraba bebiendo salió disparada hacia una de las paredes del lugar. Lloro un largo rato mordiéndose los labios, se odiaba por perder contra Deku, ya no lo soportaba, ¿hace cuanto que Izuku lo había superado?, ¿porque no podía ganarle?, en tan solo 2 años el peliverde le había superado, que débil y vulnerable se sentía ahora, se esforzaba demasiado y aun así no lograba sobrepasarlo, ¿Cuándo habían cambiado las cosas?, una cosa, una sola cosa en la que pudiera superarlo sería suficiente, para no caer al abismo que se estaba formando frente a él, quería demostrarse a sí mismo que no todo estaba perdido, que aun podía alcanzar su meta.

Después de todo, que más podía esperar, siendo que Izuku había recibido tanto poder, con tan solo con desearlo, el entreno desde que era niño para ser el héroe que sobrepasara a all might, y aun así, Deku y su milagroso poder estaban logrando destruir todo.

- Ten –aquella monótona voz hizo que se asustara, vio al bicolor justo frente a él, ofreciéndole un pañuelo blanco perfectamente doblado.

- ¿Qué haces aquí? –preguntó con la voz rota, recibió la pequeña tela, y empezó a limpiar sus lágrimas. Ni siquiera se molestó en darle las gracias.

- Tenía hambre, estuve un largo rato esperando a que terminaras, pero parece que no ibas a terminar nunca

- Como sea –dijo devolviéndole el pañuelo, no estaba de humor, no le diría nada a Shoto. Solo quería estar solo, camino nuevamente hacia el ascensor.

- Es extraño que no dijeras nada ante lo que dije, normalmente estarías siendo tan... tú

El rubio se detuvo un poco sorprendido, Shoto jamás le había hablado como si le importase.

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