¿Destino o Casualidad?

creo que me gustas....

-y pues entonces, Ivonne llegó a esa conclusión, puede que me guste Zara...- le mando mensaje a mi mejor amigo llamado Raúl.
-Mmm... Pues por lo que me cuentas, al parecer estas enamorada de ella, pero solo evades y evades el tema, por miedo o no sé, ¿por que lo niegas Jess?- responde rápidamente Raúl.
-No es que lo niegue.... O tal vez si.... No sé.... Tengo miedo del que dirá la gente....- respondo el mensaje con una mueca en la boca.
-Tal vez, no debería importarme eso, pero.... Zara tiene novio.... Y se ve feliz con él... No sería capaz de arruinar eso sólo por un absurdo sentimiento que lo más seguro es pasajero...- pensaba entre mi, dejando el celular en mi estómago y viendo el techo de mi cuarto.
-Pues eso esta mal, si lo sigues negando nunca llegarás a algo con ella, o nunca tendrás el valor de decirle lo que sientes...- interrumpe mis pensamientos la notificación de Raúl.
-Pues si.. Tienes razón... Pero Zara es heterosexual, ni de chiste tengo oportunidad con ella....- respondo el mensaje dejándolo en mi buró para irme a dormir.
-¿Podré tener una oportunidad con Zara? Es mi mejor amiga... Y nos conocemos a la perfección, a lo mejor y si funcionaría.... ¡Pero! Ella tiene novio y no voy a meterme en su relación, a parte ella nunca me ah dado entradas de ese tipo, yo solita me estoy haciendo ideas, mejor solo olvidalo Jessica, ni te claves con Zara- pensaba entre mi, sin dejar de ver la oscuridad de mi cuarto y quedandome poco a poco dormida.
-¡Despiertate Jessica! ¡Ya se nos hizo demasiado tarde!- grita mi mamá, espantándome y haciendo que mi corazón se acelerara al máximo.
-¡Estoy despierta!- respondo sobresaltada y volteando a ver el reloj, 5:30 a.m ¿en serio?...
Me cambié, desayune, me lave los dientes y me subí a la camioneta, poniéndome mis audifonos a volumen medio por si a mi mamá se le ocurría gritarme.
-Oye Jess... Estas a casi 30 min de ver a Zara... ¿No estas nerviosa?- comienza a atacarme de nuevo aquel pensamiento -Pufff, ¿nerviosa? ¡Es mi mejor amiga! Todo va a ser igual que siempre, solo es cuestión de ignorar todo- me respondo a mi misma sonriendo y con pensamientos positivos sobre el tema.
Llegando a la escuela no vi a Zara, solo se encontraban Ale y Regina.
-¡Claro! Es demasiado temprano como para que Zara esté aquí- pensaba entre mi llegando con Regina y dándole una sonrisa.
-¿Había tarea?- le pregunto a Regina sacando mi celular.
-¿En serio me preguntas a mí eso?- responde viéndome confundida pues bien sabía que Regina nunca hacía tareas.
-¡Hola Jess!- escucho que me gritan desde lo lejos haciendo que volteara a ver.
-Ah, hola- respondo cortante y molesta al ver que era José
-¿Aún sigues enojada por lo de ayer?- pregunta José confundido.
-No, ¿como crees?- respondo sarcasticamente y rodando mis ojos.
-Vamos Jess, no fue algo para que....- comenzó a habar José, nuevamente comencé a ignorar todo lo que estaba diciendo ya que justo atrás de él, iba llegando Zara, en cuestión de segundos estaba corriendo hacia Zara para abrazarla, pero esta vez de la emoción la tiré.
-¡Perdón!- comento riendo y alejándome de Zara
-No pues, si me ayudaras a parar...- responde Zara riendo en el piso y sorprendida -¿Ahora tú? ¿se puede saber por qué tanta emoción?- comenta levantándose del piso con dificultad.
-No pues, nada más, ¡me emociona verte todos los días!- respondo con una gran emoción en mi corazón y con la sangre hasta la cabeza. Verla tan solo mejoraba mis días.
Zara simplemente me sonrió y subimos juntas al salón.
-Chicos, los voy a cambiar de lugar, tengan sus cosas listas- comenta el profesor de Química.
-Vaya, y aquí es donde nos separamos- comenta Andrés riendo indiferente.
-¿Separarnos? No me quiero separar de Zara...- pensé entre mi, guardando mis cosas y medio volteando a ver a Zara.
-Regina, cambiate aquí por favor- comenta el profesor señalándole a Regina un lugar hasta en frente.
-Bueno Jess.. Fue bonito miesntras duró- comenta Regina viéndome riendo.
-¡Tonta!, estamos en el mismo salón- respondo riendo y dandole un golpe en el brazo.
-Alessandra, Zara, Laura y Fernanda, en esta fila- comenta de nuevo el profesor señalándo una fila hasta el otro lado del salón.
-¡¿Qué?! ¡No! Zara esta demasiado lejos, ¿cómo voy a platicar con ella? ¿cómo es que me ayudará en Química?- pensé entre mi al escuchar al profesor, sentí como si mi corazón se detuviera y se rompiera en pedacitos poco a poco, volteé a ver al profesor con esperanza de que a mí también me nombrara, pero al parecer ya había terminado de cambiar a todos y continuó su clase.
-¿Qué pasa nena? ¿Asustada de estar lejos de Zara?- comenta Ivonne que estaba a mi lado.
-Pues si- respondo con la voz cortada y cara triste.
-Tranquila nena, en receso pueden estar juntas, hablando de ella, ¿ya le dirás lo que sientes?- pregunta Ivonne sonriendo.
-No lo sé... No puedo llegar y simplemente decírselo así, es algo no muy común, tengo que buscar la manera de hacerlo bien y no arruinar nuestra amistad...- respondo volteando a ver a Ivonne un poco confundida.
-Apuesto a que ya se te vendrá alguna maravillosa idea, eres muy creativa- responde Ivonne agarrándome de la mano y sonriendo.
-Al parecer Ivonne tiene razón, tengo que buscar un manera en la cual decírselo sin arruinarlo todo, pero.... ¿Cómo?- pensé entre mi, volteando a ver a Zara.
Saque un cuaderno inmediatamente y comencé a escribir, yo simplemente sentía la mirada intensa de Ivonne intentando averiguar que era lo que estaba haciendo.
-Estoy escribiendo una lista de cosas sobre como poder decirle a Zara- comento sin dejar de escribir.
-Oh, ¿entonces si le diras? ¡Dejame ayudarte!- comenta Ivonne emocionada y apuntadísima a cooperar.
-Lo siento Ivonne, esta vez no se podrá, quiero hacerle algo que venga de mi ¿sabes? Algo que nunca nadie le haya hecho- comento dejando de escribir y volteando a ver a Ivonne. En ese momento supe que Zara no era simplemente mi mejor amiga, y que hiciera lo que hiciera no podría olvidar lo que siento por ella, no sin antes intentar estar con ella.
En ese momento me sentía llena de energía, sentía como mi corazón se aceleraba poco a poco y las ideas salían de mi mente como pan recién horneado.
Algo había en Zara que me llenaba de ilusión, energía y amor, y no tenía en mente perder la oportunidad de saber que era eso.
-Ok Jess, ella se merece lo mejor como siempre has dicho, si le vas a decir que te gusta o incluso pedirle ser tu novia, tiene que ser algo original, nada de carteles enormes con las palabras "¿Quieres ser mi novia?", tampoco chocolates y flores.... Vamos Jess, piensa que podría encantarle!- pensaba entre mi, viendo a Zara desde lo lejos de mi lugar y sonriendo a más no poder.