Malas enseñanzas. | Christopher Vélez. | Adaptada

Capítulo 11

Bella recibió una nota que encontró en su cuaderno de química, era de Chris diciéndole que la quería ver en el campus, detrás de las canchas de tenis, era un asunto que le convenía.

No lo dudó y apenas toco la campana salió rápidamente hacia el lugar donde Christopher le había dicho que estaría.

Se escabulló entre sus compañeros para que nadie la siguiera, no quería que nadie pensara que tenía algo que ver con el nuevo.

Cuando llegó, vio a Christopher sentado bajo un árbol fumando un cigarrillo tranquilamente mientras miraba el sol.

Bella tomó fuerzas y respiró profundamente tomando un gran bocado de aire, él era condenadamente sexy, todo un chico malo, con esa chaqueta de cuero y los pantalones rotos, un bombón.

- Aquí estoy ¿Para que querías verme?- dijo Bella.

Chris giró la cabeza y terminó de expulsar el humo de sus labios para mirarla fijamente.

- Ven aquí - dijo él.

- Aquí estoy bien... -respondió Bella dudosa. Él sonrió divertidamente y se puso de pie, la nena tenía miedo.

- Son las 11 de la mañana no deberías fumar tan temprano - dijo Bella de repente para ocultar su temor. El soltó una carcajada y se acercó más a ella.

- Escucha, hagamos un trato, te devolveré tu nota si tú haces algo por mí.

- No tendré sexo contigo.

- Tampoco quiero, se nota que eres virgen, esas chicas no me van... demasiado princesas como tú.

¿Qué? imposible, ¿cómo sabe que era virgen? Mierda.

- Y eso es algo que a ti no te importa –ya se estaba molestando.

- ¿Quieres tu nota o no? –preguntó un tanto fastidiado.

- Depende... ¿cuál es el trato?

- Sé que tu amiga, la rubia es la hija del director –le dijo con una sonrisa, sea lo que sea que esté tramando, a Bella no le daba confianza.

- Sí, Annie... ¿Y?

- Que necesito un permiso de ese tipo para una semana.

-¿Qué? Estás loco, es imposible conseguir un permiso firmado por el director...mucho menos si es por tanto tiempo.

- Si lo consigues te devuelvo tu nota –respondió rodando los ojos.

-¿Y para que lo quieres? –preguntó curiosa.

- ¿Qué te importa? asuntos personales –vaya... la princesita sí que es entrometida.

- Qué patán...

- Solo dile a tu amiga que consiga esa firma... necesito faltar toda la semana.

- pero Christopher...

- Cinco... cuatro... tres... dos... -comenzó a contar dándole tiempo de decidir.

- Ya está bien, lo conseguiré –dijo no muy segura de sí misma.

- Para mañana –dijo serio.

- ¿Estás loco? –abrió sus ojos azules, viéndose más bonitos que de costumbre.

- Para mañana –repitió mirándola fijamente. - La nota es para hoy.

- Dame dos días –pidió con mirada suplicante.

- Solo dos, Palvin. Necesito ese permiso.

- Primero ve con el señor Parker, quiero que le digas sobre mi nota... y quiero ir contigo, quiero cerciorarme que realmente lo harás.

- ¿No confías en mí? –preguntó burlón.

- No, no confío –dijo ella.

- Está bien, vamos ahora... - ella asintió - ¿quieres un cigarro?

- No fumo –hizo cara de desagrado que a él le hizo reír.

- Niña buena...-susurró por lo bajo.