Malas enseñanzas. | Christopher Vélez. | Adaptada

Capítulo 19

Narra Bella:

Estoy segura que está sonriendo en este preciso momento.
Apenas encendió la moto me aferre fuertemente a su cuerpo, lo admito, tengo miedo.
Si mi madre me viera subida en estas cosas se muere de un infarto.
y yo estoy al borde de uno.

Pero no les mentiré, esto es extremo, me siento como un auto a toda velocidad y me encanta esa sensación en el estómago, es como ansiedad y el viento golpeando fuertemente mi rostro, no hay nada mejor.

De repente ya no tengo miedo. Es más me gusta, y ahora, en este preciso momento estoy sonriendo, me siento libre.

Él se detuvo de la nada, y no reaccione después de unos segundos cuando bajo de la moto. Abrí los ojos, él estaba parado frente a mí y tenía una bonita sonrisa burlona en su rostro.

Como me molesta esa sonrisa, le diría en donde puede guardársela, pero soy una dama.

- ¿Por qué nos detenemos aquí?- dije viendo a mí alrededor.

- Quiero un café, no quiero quedarme dormido mientras conduzco, aunque eso sería imposible, necesito uno cargado para pensar - me dijo fríamente.

Me baje de la moto con un poco de dificultad, yo soy muy pequeña. Caminé detrás de él, lo observe mejor, tenía una espalda ancha detrás de esa chaqueta de cuero y un bonito trasero.

Christopher se detuvo en una máquina de golosinas o algo así. Coloco una moneda y enseguida esta le arrogo un vaso y el la lleno de café.

¿Café de maquina? jamás había visto algo así en mi vida.

- ¿Quieres uno?- me pregunto.

Yo lo mire confundida, realmente no lo sabía.

- Hiciste una mueca de asco.

- Claro que no - le dije a la defensiva. El me rodeo con los ojos.

- Se me olvida que la gente como tú solo va a esos lugares chulos con reservación y que solo toman café importado.

Me quede en silencio y me abracé a mí misma, comenzaba a hacer frio, la noche estaba algo fría.

El introdujo otra moneda y repitió el mismo procedimiento y enseguida me dio un vaso de café de máquina. Recibí el vaso por cortesía, no quería ser grosera pero realmente no quería tomar ese café ¿qué tal si me da indigestión o algo por el estilo?

- Ven... - me dijo Christopher.

Lo seguí porque realmente no tenía que más hacer y no quería quedarme sola en un lugar que no conozco. Entramos a un edificio y subimos varios pisos, ya estaba cansada, pero cuando llegamos a la cima la vista era esplendida, podías ver todo Boston desde aquí.

Narra Chris:

Arrugo la nariz debido al frio, me causo mucha gracia debo confesar. Tenía una cara graciosa, me provocaba reír.

-¿qué me miras?-me pregunto.

Me reí de ella un instante y analicé las condiciones de su pregunta.
Yo era el malo, y ella la buena, pero pensé -sería divertido corromper a esta princesita- podría ponerle algo de intensidad ya que no me iré de aquí por culpa de ella misma.

- Me pregunto... ¿Por qué me besaste? - dije para intimidarla.

- ¿El gran Christopher Vélez está pensando un 'simple beso'?

Uhhh, golpe bajo.

- No, he besado mejores -dije fríamente y la observe de reojo sin que se diera cuenta.

Puso una cara de enojada y apretó los puños con fuerza, como si quisiera saltar a mí y darme un buen golpe en la cara, quisiera que lo intentara, ella no mataría ni a una mosca.

- Solo lo hice para evitar que te fueras.

- No te creo - la rete.

Y ella se burló de mí. La observe reírse, bonita sonrisa, divertida carcajada, ella era muy bonita a decir verdad, tenía una preciosa sonrisa.

- Deja de mirarme así, me asustas.

-¿Crees que voy a violarte o algo por el estilo?- la espante porque me miro seria y retrocedió un paso detrás de mí.

Me causo ternura lo que hizo, jamás había conocido a una chica buena, toda una niña mimada como lo era Bella Palvin. Que divertido.

- Ya es tarde - me dijo Bella. -Y tengo mucho frio.

Note que el aire despeinaba su cabello aún más que antes y ella tenía apenas una jersey muy delgado. Me dio pena verla encogerse en sí misma y temblar como un chihuahua, así que me acerque a ella, saque la chaqueta de cuero y la puse alrededor de sus hombros.

Ella me miraba atenta, entre asustada y sorprendida, fijamente. Sus ojos eran grande y vivases, tal y como los de una ardilla. Apuesto a que en estos momentos su cuerpo está temblando aún más y dirá mentalmente - tiene una mirada profunda.

Sonreí y ella dirigió su mirada nerviosa hacia otro lugar, la perturbe.

- ¿No tienes frio?

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No se olviden de leer Just Friends, es con Joel y la encuentran en mi perfil, es muy bonita.

¿Cuál fue su parte favorita de éste capítulo? Las leo.