Sonrojos locos de Sarada

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El peli celeste abrió los ojos como platos, ya era tarde, el sol se había ocultado, quiso acariciar a Sarada, pero esta no estaba allí, alarmado miró en todas direcciones, pero nada, se puso de pie de un salto y vio la ventana abierta.

"Maldición..."

Se dijo a sí mismo, se dispuso a salir por la puerta y grande fue su sorpresa al encontrarse con su compañera de equipo que traía a Sarada envuelta en una manta color Rojo.

Mitsuki: Sarada, encontraste a Sarada.

Dijo esto último aliviado tomando al pequeño felino que despertó y maulló al ver a su dueño.

Sarada: ¿Eh?

Se preguntó, lo que había dicho el peli celeste no tenía sentido, a no ser que...

Sarada: No me digas que-

Mitsuki: Te presento a Sarada...

Sonrió de manera que sólo podía hacer Mitsuki.

Sarada: ¡¿Le pusiste mí nombre a un gato?!

Dijo algo desconcertada

Mitsuki: Si, ¿Es algo malo?

Preguntó algo triste

Sarada: Eh, bueno,yo

Tartamudeó al sentirse mal por angustiar a su amigo.

Sarada: Bueno, no es malo, solo es extraño...

Apartó la vista levemente sonrojada, el chico le había puesto su nombre a una mascota, eso la había tomado por sorpresa, o era una broma o había una buena razón para compartir nombre con aquella felina, no le disgustaba del todo dicha comparación, llegó a pensar que su compañero...

Mitsuki: Le puse como tú porque es agresiva y me atacó sin piedad en el momento en que nos conocimos, es ruda y de mal carácter, odia que la despierte mientras duerme porque es un poco holgazana, sus ojos parecen ocultar su personalidad oscura, siniestra, malvada y cruel.

Sonrió enumerando de una en un los defectos de la Uchiha que apretaba los puños, y enfurecida se disponía a irse.

Sarada: Mejor me voy...

Soltó molesta

Mitsuki: Pero sabes, Sarada también es muy dulce, cariñosa, aunque lo oculte, puede ser agresiva y eso la hace ser fuerte, eso la hace ser quien es, pero por sobre todo rescato esos bellos ojos negros que parecen ocultar los secretos más oscuros del universo, por eso es que la llamé igual que tú.

La chica se detuvo en seco al escuchar lo dicho por ese chico imprudente pero sincero, no podía soportar que este la hiciera sentir tan mal para luego hacerla sentir tan  avergonzada y dichosa en un intervalo de solo cinco minutos.

Sarada: No, no seas tan directo.

Dijo la chica sin verlo a la cara puesto que ésta estaba roja como un tomate.

Mitsuki: ¿Porque?

Preguntó ingenuamente

Mitsuki: ¿Te puse nerviosa?

Preguntó situándose frente a la peli negra que abrió los ojos como platos al encontrarse con esos orbes dorados que parecían atravesar su defensa que procuraba no demostrar sus sentimientos abiertamente.

Sarada: Te, te equivocas...

Tartamudeó retrocediendo

Mitsuki: Sarada también es muy tierna...

Dijo esta vez acariciando a la felina que respondió con un maullido.

Sarada: Pues te dejo con tu mascota, yo me voy.

Dijo recuperando la compostura.

Mitsuki: Ha, por cierto, ¿Que pasó con tu padre?.

Y ahí, fue cuando la regó, la chica lo miró de manera fría y nada feliz.

Sarada: Ya te lo había dicho, te lo diré una vez más, no te metas donde no te llaman o lo vas a lamentar.

Lo amenazó a lo que la felina le enseñó sus dientes y garras sicceando, saltando en protección de Mitsuki, cosa que ni siquiera inmutó a la Uchiha que otra vez activó su Sharingan inconscientemente, eso fue lo que bastó para que el felino se sintiera realmente intimidado y terminara por volver a los brazos de su dueño que se limitó a guardar silencio, de lo contrario podría salir lastimado.

La chica se perdió en la distancia a lo que la felina se acurrucó en el pecho del peli celeste que la acarició por acto reflejo.

"Sarada, tiene graves problemas de demostración emocional..."

Pensó cerrando la puerta de su apartamento con la imagen espeluznante de su compañera, aunque pudo ver muy bien que tras ese semblante de enojo y furia pura, se ocultaba una mirada llena de dolor y melancolía.

Mitsuki y su gatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora