Capítulo 1:
Las nubes cubrían la ciudad tan poblada de Manchester. No había salido el sol desde hacía unos cuantos días, aunque en mi cabeza llevaba meses sin salir.
Una lágrima asomó por mi ojo, pero negué con la cabeza y pestañeé un par de veces para evitar llorar. No podía llorar de nuevo por lo mismo. Ya habían pasado cinco meses desde aquella noche y no podía permitirme más lágrimas. Aunque no lo hacía por mí, sino por Elliot. Él había renunciado a todo por acompañarme a Manchester y lo menos que podía hacer por él era no llorar, o al menos no hacerlo cuando él estuviera delante.
Me encontraba sentada en lo alto de la grada, con un abrigo verde oscuro y un gorro de lana, observando cómo mi mejor amigo entrenaba. Elliot se había unido al equipo de rugby de la universidad, y le iba bastante bien. A pesar de haber engordado unos kilos por culpa del aumento de músculos y horas de gimnasio, Elliot era un chico muy popular en la universidad, sobre todo en su facultad, la de derecho. Durante las raras veces que salíamos juntos a tomar algo siempre volvía al campus con números de teléfono en los bolsillos, pero nunca me mencionaba acerca de las chicas de esos números. Al contrario que él, yo no había vuelto a ver a nadie desde que me fui de Londres, que ví a un amigo de la infancia, nada más, aunque ni siquiera quería salir.
A Elliot le costaba muchísimo convencerme de salir a tomar algo o ir al cine, por eso siempre nos quedábamos juntos en mi habitación, estudiando o viendo películas con Rosie, mi compañera de habitación.
Rosie era una chica irlandesa, que había venido a estudiar a Manchester la carrera de sus sueños, medicina. Ella adoraba cuidar a personas, y curarlas. Le habían ofrecido un trabajo de ayudante en un hospital de un pueblo cerca de la ciudad, y lo aceptó sin dudarlo ni un segundo.
Aunque Rosie no sabía nada acerca de Luke, ni siquiera me exigía para que le contara qué me ocurría cuando me ponía a llorar por las noches, por eso éramos amigas.
Me quedé quieta cuando vi a Elliot subir las gradas hasta donde estaba yo, sonriéndome mientras se frotaba la cara con una toalla.
-¿Qué tal estás?-le pregunté con una sonrisa leve mientras se sentaba a mi lado y bebía agua con vitaminas.
-Estoy hecho polvo.. Me duelen las piernas como la mierda, pero soy un hombre fuerte.-dijo antes de comenzar a reír.
-Más quisieras, exhibicionista-aún-no-descubierto.-bromeé, y él sonrió. Supuse que iba a darme un empujón como siempre hacía, cosa que me gustaba porque era casi como tener peleas tontas de hermanos y luego volvíamos a estar como siempre, pero en vez de eso, se levantó.
-¿Nos vamos?-me preguntó ofreciéndome su mano. Fruncí el ceño rápidamente y él me cogió la mano mientras bajábamos por las gradas.-Había pensado en pasar la noche viendo pelis contigo pero los chicos del equipo han propuesto ir a tomar unas cuantas cervezas a un pub, y he pensado que te apetecería venir.
-¿Yo? ¿Con tíos bebiendo cerveza y hablando de chicas y deportes? Prefiero una noche de películas de chicas con Rosie.
-Qué rapido te olvidas de mí..-dijo actuando como si estuviera triste. Me eché a reír y le di un beso en la mejilla.
-Bueno ya saldremos otro día, ¿no? Mañana podrías venir a mi habitación a comer, si quieres.-llegamos al campo, frío y ligeramente mojado. Unos metros más alejados de nosotros se encontraba el resto del equipo hablando y riendo, vestidos igual que Elliot.-Hemos pensado en cocinar lasaña.
Mi mejor amigo abrió la boca y se llevó la toalla al hombro, sonriendo.
-Entonces voy, señoritas.-contestó más contento que antes.-No creo que a Ian le importe mucho, está siempre en la habitación de su novia ya sabes..
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Grey
FanfictionEl cielo oscuro de Manchester envuelve a Charlotte ahora mismo. ¿Será el tiempo de cielo gris y lluvias todos los días lo que haga cambiar esta historia? ¿O será el destino que quiere cosas distintas para Luke y Charlotte? Éstos no se han visto aún...