-Pasamos a comprar un cafe- sugerio Lu.
-Si- confirme.
Mi amiga y yo apenas habíamos salido de la academia. Aún teniamos puestos nuestros uniformes. Consistían de una mini falda negra con rayas diagonales griz claro, griz obscuro y verde fuerte. La blusa era de blanca manga larga y en el busto izquiero llevaba el escudo de la academia.
Entramos al cafe. El dueño inventaba los cafes mas raros. Buscaba ser el cafetero mas famoso del mundo.
-Dos machiatos de caramelo- le dije.
-Un pan de chocolate- Lu adaño. -Calientito.-
-Eres gorda Lu- le pique la pansa.
La verdad que Lu era demasiado flaca. No importaba lo mucho que comia nunca subia un gramo. Se trataba de una enfermedad que ella tenia. Su metabolismo trabajaba él triple de una persona normal. Estaba en tratamientos para que su cuerpo guardara mas vitaminas.
Nos sentamos en la mesa de siempre. Desde que eramos niñas de primaria veniamos a este lugar. Lu se sepillaba su cabello café oscuro. Lo tenia hasta los hombros. No le crecia mas. Mi cabello era de el mismo tamaño pero era rojo y chino. Siempre tenia fris. El mesero nos trajo nuestra orden.
-¿Estas lista para él examen mañana?- le pregunte.
-Moriré- tomo su cafe.
-Moriremos juntas- le robe un poco de pan.
-¡Mugrosa ladrona!- esclamo.
-Y tu una mugre chillona. Puede ser que seas chillona pero Lu, te amo chiquita-
-Yo también te amo, Selena.- puso su mano enzima de la mia. -Tendre un tratamiento el sábado. Ya quisiera acabar con esto.-
-Lu, lo superaras. Eres una chica fuerte-
-Gracias-
-Tomate tu cafe. Debemos llegar a mi casa para estudiar- le comente.
-Odio esa clase-
-¿Entonces porque te apuntaste?- nos paramos para salir. Ambas teniamos él cafe en la mano.
-Pense que seria interesante-
-Autonomía lo es-
-Dijo la nerd-
-Selena, ven.- Selena suplico una voz en la aldea suavemente. Parecia ser la voz del viento.
-¿Oiste eso?- pregunte. -La voz en la aldea-
-No-
-Selena ven. Por favor ven-
-¿No la oyes? Esperame aqui-
-Selena, estas loca. Si escuchas una voz en la aldea no vas a investigar. ¿No aprendiste nada en las peliculas de miedo que vemos los Sábados?-
-Esperame aqui, esas cosas de las peliculas no existen.-
-Selena, no vallas- avertio.
-Selena ven-
Entre a la aldea ignorando a Lu. No había nadie. Enserio enloquesia.
-Selena-
Mire hacia donde venia la voz. Vi una sombra en forma de hombre. No había nadie. Grite. Me agarro de los hombros. Si estaba loca.
-¿Quien eres?- mis voz salio en un suspiro. Nadie me pudo haber oido.
-Te conosco desde que naciste Selena. Te amo- dijo la sombra.
-¡Dejame, das miedo!- grite tratando de sacarme de él.
-Selena, no debes temerme. Nunca te haría daño-
-¿Quien eres? Contestame.-
-Soy la muerte.-
-¡Selena!- grito Lu entrando a la aldea. -Dejala ir maldito.-
-Lu, corre-
-Dejala ir por favor- pidió Lu.
-Despidete Selena- la sombra susurro.
-No quiero. Dejame porfavor- le rogaba mis ojos ardiendo de desesperación.
*
La chica con el cabello rojo y chino desaparecio. Lo que quedaba de ella fue un baso de café que callo lentamente al piso.Las autoridades buscaron a Selena, pero no la encontraron. Escuchaban el testimonio de Lu y la creían loca. Pensaban que su enfermedad ya le afectaba su mente.
*
Me desperté. Estaba en él cuarto de mis sueños. Las paredes estaban pintada gris obscuro. La cama era grande con las cobijas mas finas. A los lados de mi cama habían dos mesitas de noche. En ellas habían dos vacas con flores de colores. Vi hacia la puerta donde estaba un muchacho parado. Su piel era como la de un sorfiador. Era alto y flaco como un corredor profesional. Su cabello era cafe obscuro y sus ojos azules. Usaba una camisa blanca y unos pantalones jean grices.-Selena- salio de sus labios.
Me acorde de la voz de la aldea que sonaba como la voz del viento durante una tormenta eléctrica. La sombra que me agarro y no me dejo ir. El pánico dentro de mi que crecía hasta consumirme.
-¿Quien eres? Dejame ir-
-La muerte-
-No, nno puedo estar muerta. Esto muy joven- caminaba lado a lado. -¡Dejame ir!
-No estas muerta.-
-Estoy en el infiermo. No puede ser.-
-Calmate Selena. Sigues con vida. Dejame explicar.-
-No, ¿porque me trajiste aqui? Tengo que volver.-
-Deja de estar en pánico- me agarro de los hombros y me sentía a la orilla de la cama. -Te amo. No te hare daño. Dame una oportunidad. Una semana. Siete dias. Si me sigues odiando te dejo ir.-
-Siete dias- repetí.
Solo tenia que odiarlo siete dias mas.
-Si- me dejo ir. -Te lo prometo.-
-¿Como podría quererte? Eres un asesino-
-Yo no mato. Yo solo me llevo a los que ya no viven. Se que me temen y que aun me odian, pero no es mi culpa que exista. Es parte de la naturaleza.-
-¿Entonces estas en todos lados? Siempre hay muerte en todos lados.-
-No tengo asistentes. Se llaman Vejez, Enfermedad, Asesino, Hambre, Suicidio, Accidente y Justicia. Hay mas pero no son tan importantes.-
-Que feo. ¿Tienes nombre?-
-Muerte-
-¿No tienes otro?-
-No- suspiro. -Este es él único.-
-Antonio. No se porque pero es él nombre que tengo en mente para ti-
Sonrió, -estoy honrado. Prepararte para la cena. Te recogere.-
Se fue dándole una última mirada.
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La Novia de la Muerte
Fantasi-¿Quien eres- pregunto ella alarmada. -Te conosco desde que naciste Selena. Te amo dijo la sombra. -¡Dejame, das miedo!- grito. -Selena, no debes temerme. Nunca te haría daño -¿Quien eres? Contestame.- -Soy la muerte.- Selena era tan bonita que fue...