-Verás hija...A tu madre le ha surgido una oferta de trabajo en Londres en la que le pagarán el triple y eso es bastante bueno para nosotros por lo que debemos mudarnos allí-me dice mi padre apenado
-Pero...No.No puede ser. Aquí lo tengo todo-digo entre lágrimas
-Lo siento hija-dice mi madre.-La decisión ya está tomada,nos vamos en dos horas o sea que prepara tus maletas.
Subo enfadada a mi habitación y doy un portazo. Me tiro a la cama y comienzo a llorar descontroladamente. Media hora después de asimilar lo que va a pasar me dispongo a hacer las maletas. Guardo mi ropa,mis zapatos,mi maquillaje...entre lágrimas y llamo a Sophia.
Llamada
-Hola Soph.
Ella se da cuenta de que estoy llorando ya que mi voz está temblando.
-Lexi...¿Estás bien?
-Veras,mis padres me han dicho que en ahora 1 hora nos vamos a Londres por el trabajo de mi madre.
-¿Y cuando vuelves?
-Soph...Nos quedamos a vivir allí-digo temblando.
-No jodas....Nos vemos en el aeropuerto,no pienso dejar que te vayas sin haberme despedido de ti.
Fin de la llamada
Paso la última hora ayudando a mis padres a meter la decoración de la casa en cajas para que nos las lleven a Londres junto con algunos muebles.
Cuando ya es la hora,cogemos un taxi hacia el aeropuerto. Allí nos sentamos a esperar para entrar al avión. 15 minutos después Sophia viene corriendo a abrazarme mientras ambas lloramos descontroladamente.
–Tía te voy a echar mucho de menos–dice ella llorando.
–Yo también,no quiero irme.–Hija nos tenemos que ir–me dice me madre agarrando mis maletas,por lo que las sujeto no sin antes darle un fortísimo abrazo a Sophia.
Cuando nos estamos acercando a la puerta de embarque oigo a Sophia gritar:
–¡El destino nos volverá a juntar!
Una última lágrima resbala por mi mejilla y acto seguido nos precipitamos al interior de los pasillos que conducen hacia el avión.