Narra Olivia.
Yo también aproveché para cambiarme y me puse un mono corto y unas sandalias. Cuando ya estábamos todo listos, Sarah se puso en cabeza para guiarnos.
-¿Dónde queréis ir?- dijo ella.
-A jugar al fútbol.- respondió Rubén.
Sarah y yo nos miramos y después a él.
-¿Alguna otra opción?- dije yo.
-Podemos ir a tomar un helado ¿no?
-Me parece bien, Elliot.- dijo mi hermana.
-Nótese el favoritismo.- añadió Rubén, se ha picado.
Elliot y Sarah parece que han congeniado e iban los dos delante hablando de yo que sé. Mientras Rubén y yo estábamos jugando con su móvil, pues el mío, al ser la pequeña, es el primero que tuvo Elliot, que tiene 22 años.
-Ya hemos llegado.- nos informó Sarah.
Entonces cogimos una mesa a la sombra y nos sentamos.
-¿De qué queréis el helado? Voy yo a por ellos.- dije.
-Yo una tarrina mediana de vainilla y chocolate.- dijo Elliot.
-Yo de menta y limón.- añadió Rubén.
-Yo un batido helado de fresa.- me dijo Sarah.
Mientras entraba dentro iba memorizando: "vainilla chocolate, menta limón, batido de fresa..." Cuándo de repente me choqué.
-Lo siento, ha sido culpa mía.- dijo él. Era él, era Nacho.
-No pasa nada, tranquilo.
Nos miramos, fue algo extraño.
-¿Quieres que tomemos algo?
-No puedo, he venido con mis hermanos y están fuera esperándome.
Asintió un poco desganado.
-Pero si quieres podemos dar un paseo luego.- le animé, bueno a mi también me apetecía.
-Pues perfecto, ¿tienes Whatsapp?
Entonces le saqué mi móvil y se empezó a reír, yo también.
-Toma mi número y me envías un mensaje o me llamas.- dije.
-Vale.
Después de 10 minutos salí.
-Ya era hora guapa.- dijo el mayor de mis hermanos.
-Oli este es José, nos lo hemos encontrado y se queda con nosotros.- comentó Sarah.
-Vale.
La verdad que me incomodaba un poco, no me daba muy buena espina y además Sarah estaba por él así que...
-Eh Olivia, te había pedido chocolate y vainilla, no chocolate y limón.- protestó Elliot.
-El mío era de menta y limón, no de vainilla y menta.- Rubén se unió a Elliot.
Entonces cogí sus tarrinas y una cuchara, separé las bolas de helado, de tal manera que quedo vainilla con chocolate y menta con limón.
-¿Ya están contentos los señoritos?- dije con prepotencia.
Me senté en la silla que había libre entre Rubén y José.
-Dos besos ¿no?- me dice.
Dios, ¿cómo puede ser tan arrogante? Le di dos besos por no quedar mal. No me gusta para Sarah.
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My sister and I.
Teen FictionOliva se tiene que mudar de Londres con sus dos hermanos mayores a Madrid donde vive su padre con su actual familia formada por cuatro hijos. Sarah tiene que intentar congeniar con Olivia ya que son las únicas chicas. Juntas harán más llevadera la c...