Esto no es poesía

Me rindo.

Ya no huyo de tu recuerdo. Me rindo.

Sigues apareciendo cada vez que se te antoja por mi chat de conversaciones pendientes, y vuelvo a caer. ¿Qué hago? Si no sólo queda pendiente una conversación. Queda mucho más.

Quedaron besos,

risas,

quedó historia...

Por aquí todo bien. Supongo que no tanto como por allí, pero bien. Sobrellevándolo y matando recuerdos a bofetadas limpias, librando batallas. Matando monstruos, (sobre)viviendo, al fin y al cabo. ¿Qué más te voy a contar?

Las sábanas aún se me resisten.

La gente sólo te recuerda para maldecirte, lo ven todo demasiado fácil, se olvidaron demasiado rápido de ti, de lo que hiciste. Qué suerte tienen...

Y yo. Ojalá te maldijera yo también. Ojalá las personas pudiesen olvidarte como lo hicieron ellos. Cada vez estoy más cerca. 

Qué gilipollas. Tú allí y yo aquí. Y lo mejor de todo es que aún sigo creyendo que te acuerdas de mí. Que ves mis historias y que te importó algo de esto. Qué gilipollas, otra vez.

No pudiste elegir otro día. 

No. Aquel justo, para que te recordase eternamente. Parecía que lo tenías planteado. 

Dale recuerdos a tu familia, descarga al menos ese peso de mi espalda, y vuelve cuando quieras, aunque sea para decirme que estás bien, que has encontrado a alguien que te hace inmensamente feliz. Aunque sea para que yo finja que estoy feliz por tí y te de mi más falsa bendición deseando ser ella. Aunque duela...

"Dicen que el tiempo y el olvido

son como hermanos gemelos

que vas echando de más

lo que un día echaste de menos."

Decía Estopa.

Mentían.