-Bochan, encontré a la chica-Ah con que el es Bochan aunque todavía no lo veo se que es el con exactitud; creo que no fue buena idea que me cargaran como saco, ya siento la sangre subida a la cabeza y un poco de mareo, el mayordomo me bajo cuidadosamente y me sentó en una silla muy comoda
-Se llama ______ ________ vive en ______ y tiene 17 años- Como chingados sabe tanto de mi, aparte de pervertido es un maldito acosador, mi atolondrada mirada se fijó en el chico delante de mí, que me observaba detenidamente desde su escritorio y yo a él, lo primero que llamó mi atención fue el parche que tenía en su ojo derecho haciendo que tuviera un poco de pena por este luego me fijé en su ojo izquierdo que era un azul muy hermoso que parecía hipnotizar te con solo mirarlo, parecía tener la misma edad que yo, tal vez un año menos quizás, tenía el cabello un poco largo y de color azul fuerte, su vestimenta al igual que su mayordomo pervertido acosador era de un estilo victoriano, pero con colores muy apagados.
El chico se levantó del escritorio y se acercó a mí, quedando frente a frente, yo solo lo observaba con un sonrojo en mis mejillas estaba demasiado cerca.
-Señorita _______ - dios mío su voz es hermosa- es un gusto conocerla, mi nombre es Ciel Phantomhive- tomo mi mano y se la acercó a sus labios, antes de que posará sus labios en mi mano la quité y me hice bolita en el asiento mirándolo con desconfianza, este se endereso y se arregló las mangas- Entiendo su desconfianza señorita ______ pero puedo decirle con exactitud qué no le haremos daño, nunca te haría daño- eso último lo había dicho en un susurro pero lo escuche a la perfección lo cual se me hizo muy extraño esas últimas palabras, pero deje de tomarle importancia y lo seguí observando con desconfianza
- Si me lo permite, déjeme mostrarle la hospitalidad de la casa Phantomhive y dejéme invitarle a tomar el té conmigo- (tengo otra opción) me dije a mi misma, asentí lentamente, el chico dio una sonrisa de medio lado haciendo que me sonrojarse un poco, voltee la mirada para que no viera mi sonrojo, pero por el rabillo del ojo pude ver que seguía sonriendo de medio lado, después volvió a la normalidad y giró su rostro al mayordomo.
-Sebastian, prepara las cosas para el té y cuida que Bard no queme de nuevo la cocina-
-Yes my lord- Escuche decir al mayordomo mientras hacía una reverencia arrodillandose y poniendo una de sus manos en su corazón, después se levantó, se acercó a la puerta abriéndola y antes de cerrar hizo otra reverencia pero esta vez levantado y cerró la puerta dejándonos solos a mí y al chico, al parecer los dos observábamos la puerta pues cuando volteo el se voltea y me mira, yo quito mi mirada de la suya y miro el piso, de reojo lo miro y el sigue observandome, su mirada me penetra y me hace sentir un poco incómoda, hay un silencio sepulcral entre los dos hasta que el rompe el silencio.
-Señorita ______ déjeme darle un recorrido por la mansion- su mano se extiende hacia mi, esperando a que yo la tomará, cosa que no ocurrirá, me levante del asiento y quite su mano de mi vista, exasperada de que sea un secuestrador demasiado amable, aunque prefiero que sea así a un abusador, pero de todas formas no me tranquilizaba para nada que sea así, ah de tener algo en manos y no me voy a quedar el suficiente tiempo para averiguarlo, pero de por mientras dejaré que me de el recorrido por su tonta mansión, me pare a un lado de él y con una mirada fría y brazos cruzados le dije que fuéramos, por el rabillo del ojo pude ver que asentía, él se encaminó hacia la puerta abriéndola y haciéndose a un lado para que yo pasara, después de que yo saliera el salió y cerró la puerta tras suyo y comenzamos a caminar por toda la ridículamente enorme mansión, me enseñó las habitaciones para visitas y cada cuanto lo cachaba observándome y cuando notaba que lo había cachado se volteaba y fingía que no había pasado nada, me siguió enseñando habitaciones como el salón de juegos, el comedor y la cocina, en donde pude ver que su mayordomo preparaba una taza con te y algunos panecillos, pero no estaba solo, había alguien más con el un hombre rubio, alto de ojos azules y una vestimenta de chef y un cigarrillo en su boca, parecía estar cocinando algo que olía muy bien haciendo que mi estomago gruñera, deje de prestarle atención al hombre y seguí caminando al lado del llamado Ciel hasta llegar al jardín.
-Y eso sería todo el recorrido de la mansión, que le pareció-
-Estuvo bien supongo-
-Me alegra que le allá gustado el recorrido- Yo era reconocida por tener la paciencia muy elevada pero cuando estoy muy enojada, me despertaban o desesperada esa paciencia se iba al infinito y más allá, como sucedió en estos momentos.
-OK YA TUVE SUFICIENTE PACIENCIA DE ESTA MAMADA, SOPORTE TU AMABILIDAD CONMIGO EN TODO EL TIEMPO QUE LLEVO AQUÍ, PERO YA NO LO SOPORTO MÁS, QUIERO SABER CON EXACTITUD POR QUÉ DEMONIOS ME SECUESTRASTE, PORQUE TÚ MAYORDOMO PERVERTIDO, ACOSADOR SABE TANTO DE MÍ Y QUE PIENSAS HACER CONMIGO-En ese momento el mayordomo cruzo la puerta, con un carrito que llevaba el té y los panecillos, dejó el carrito a un lado y se acercó a nosotros.
-Señorita _______, Bochan le explicará todo lo que quiere saber, mientras toman el té, así que le pediré amablemente que nos acompañe a la mesa del jardín por favor-Mis ojos se posaron en los del mayordomo y luego en el del chico que solo me observaba con una mirada que me pedían que lo acompañará, yo con un suspiro que fue más un bufido acepte la propuesta del té, de nuevo, solo para saber el porque estaba aquí, luego me escaparía, llamaría a la policía de Londres para que arresten al chico y luego regresaría a casa, olvidaría todo lo que sucedió y viviría feliz por siempre.
En el momento en que di el primer paso para seguir al mayordomo, sentí como mis piernas me fallaban y caía al suelo, el mayordomo y el chico alarmados fueron a mi ayuda pero no los deje levantarme, aparte las manos de los dos y con las pocas fuerzas que me quedaban me levante, me sentí mareada, me tambale un poco pero recupere el equilibrio, vi como el chico tenía sus manos preparadas para sostenerme en caso de que me fuera a caer, pero al ver que eso no sucedería regreso a su postura normal, yo aclare mi garganta y le dije al mayordomo que guiará el camino, el mayordomo asintió y empezó a caminar.Seguí al mayordomo por el jardín con el chico a un lado mío, me sentía cada vez más débil, no había comido nada en todo el día ni siquiera había desayunado en la mañana antes de irme a la escuela pero yo supuse que ya era otro día pues tenían horarios diferentes mi país y el de aquí así que llevaba mucho tiempo sin alimentarme y eso me hacía sentir muy débil y con cada paso que daba se sentía peor, pero no iba a permitir que se me acercara ninguno de esos dos, así que para distraerme y no pensar en lo hambrienta que estoy, me puse a observar todo a mi alrededor, el jardín era inmenso y muy hermoso tenía todo tipo de flores y plantas, el aire era limpio y refrescante, inhale profundo cerrando un momento los ojos y luego exhale dejando escapar un pequeño suspiro, que hizo que el chico al lado mío me volteara a ver por el rabillo del ojo y sonriera de lado, haciéndome sonrojar un poco, aunque no lo quisiera, después de segundos caminando llegamos a la mesa llena de aperitivos, mi estomago gruño y mi boca se hizo agua, la baba amenazaba salir de mi boca pero logré contenerla, el chico se acercó a uno de los asientos y el mayordomo hizo para atrás este, para que el chico pasara, ya que este estaba ahí, el mayordomo recorrió el asiento para adelante y el chico se sentó, luego el mayordomo se acercó a otro silla y con un gesto me pidió que me sentara, yo sin más me acerqué al asiento, ya con las piernas tambaleándome y me senté en esta, el mayordomo se acercó al carrito y empezó a servirme el té a mi y después al chico, puso los panecillos en el centro de la mesa y con una reverencia se fue de ahí, con todo y carrito dejándonos solos.
Pasaba el tiempo y no me decía absolutamente nada solo se la pasaba tomando su té tan tranquilamente mientras yo ya me sentía del asco, me sentía mareada con dolor de cabeza y me sentía muy débil, pero aunque tuviera la comida enfrente o el té no los tocaba, prefería prevenir y aguantarme un poco más él hambre, a comer o beber algo que podría estar envenenado, así que me puse a jugar con la cuchara, moviéndola en círculos para distracción, pero se volvio aburrido después de tanto tiempo, deje la cuchara en paz y me acomode en el asiento, voltee hacia el chico y él seguía tomando el té y de vez en cuando le daba una mordida a su panecillo, en el momento en que sintió mi mirada dejo a medio paso su té, miro mi taza y me dijo:
-Aún no haz tomado nada, se te va enfriar-
-Cuando me digas lo que quiero saber lo haré (mentira)-Dejó su taza en la mesa, puso sus codos en esta y entre lazo sus manos y me miró seriamente
-Bien te diré lo que quieres saber, pero quiero que me respondas una pregunta antes de decirte-
-Bien hazme la pregunta-
-¿Crees en las vidas pasadas?-